sábado, 3 de julio de 2010

El tren llega a Madrid

El tren llega a Madrid y se va deteniendo, amodorrado por la espesa luz de Julio. Sobre el sol poniente, los tendidos eléctricos tañen una quejumbrosa y prolongada nota de violonchelo. Bajo el sol que llega a su destino, la luz se esparce en miles de reflejos de colores.
(Realmente, no recordaba haber visto algo así: esa polvareda de luces de colores que se forma bajo el sol, en el ángulo inferior-izquierdo de la foto. Son como pequeños fuegos de artificio)

Foto: Carlos Osorio

4 comentarios:

Esetena dijo...

Nunca pensé que de un tendido eléctrico pudiera salir una fotografía tan hermosa. Felicidades

Anónimo dijo...

Preciosos la foto y el texto.
Gracias por mostrarnos pequeñas pinceladas de un Madrid que con las prisas y los agobios del día a día pasamos por alto una y otra vez.
Qué suerte vivir aquí.

María

Carlos Osorio. dijo...

Gracias, Jesús. Gracias, María. Me ha gustado eso de "Qué suerte vivir aquí"

Anónimo dijo...

Bueno, en realidad no es de mi cosecha... creo recordar que fue el lema de una campaña de promoción del turismo de Canarias(que alguien me corrija si me equivoco), comunidad de donde soy. Pero para mí, la suerte es vivir aquí, en Madrid. ;-))

María