martes, 30 de septiembre de 2014

Las vistas desde Gran Vía, 32



Lo que más me gusta, cuando voy a la cadena SER, es admirar las vistas desde la azotea del edificio.


Los tejados del barrio de Maravillas son, como su propio nombre indica, maravillosos.


Me imagino las casas rellenas de gente cocinando, barriendo, cantando, tecleando el ordenador...


Y yo, simplemente, vuelo...


Fotos: Carlos Osorio.


lunes, 29 de septiembre de 2014

Clara del Rey



Clara del Rey y Calvo, natural de Villalón de Campos, tenía 47 años cuando el 2 de Mayo de 1808 el pueblo madrileño se levantó contra las tropas de Napoleón. Al saber que un grupo de vecinos junto con varios militares habían tomado el parque de artillería de Monteleón, convenció a su marido, Manuel González Blanco, y a sus tres hijos, Juan Ceferino y Estanislao, de 19, 17 y 15 años, de que se unieran a los combatientes. 


Clara y su familia estuvieron animando y ayudando a los artilleros en la lucha contra las tropas de Napoleón. Este cuadro de Alenza muestra a la heroína al cargo de un cañón.
Clara destacó por su valor manteniéndose en primera línea mientras duró la batalla de Monteleón (en la actual plaza del Dos de Mayo).  Finalmente, murió a consecuencia de la metralla de una bala de cañón, que le alcanzó en plena frente. También murieron su marido y uno de sus hijos.


Clara del Rey vivió en la calle de San José, hoy Velarde, a la altura del número 20. Es muy probable que bebiera de este pozo que subsiste en el patio de la actual vivienda sita en este lugar. Una placa colocada recientemente mantiene viva su memoria. Poco a poco se va restituyendo la figura de la verdadera protagonista femenina de una heróica y desigual batalla que constituyó el principio del fin del imperio napoleónico.




sábado, 27 de septiembre de 2014

Texturas y colores



Caminando por los campos próximos a la ciudad me iba fijando en las texturas y los colores. 
La arena con unas gotitas de lluvia...


Un barril oxidado...


La pintura desgastada...


El cemento cuarteado...


Las nubes sobre el cielo.



Fotos: C. Osorio.


viernes, 26 de septiembre de 2014

Proteger mejor los comercios históricos madrileños



Los comercios históricos forman parte del patrimonio histórico y cultural de Madrid. Nos permiten identificar nuestra ciudad. Son parte del alma de Madrid. A veces no nos damos cuenta del gran tesoro que tenemos: Madrid es la única ciudad del mundo que cuenta con más de un centenar de comercios centenarios.
Ante el peligro de que estas joyas culturales pudieran desaparecer, se estableció un catálogo de establecimientos protegidos en los años 80, en época del alcalde Tierno Galván. Esta protección ha contribuido a que podamos seguir disfrutando de sus productos de calidad, del trato cercano, de su inigualable estética, porque no solo son tiendas, son parte del patrimonio cultural de nuestra ciudad.

Estas tiendas centenarias no desaparecen porque "estén desfasadas" que es el argumento habitual de los especuladores que tratan de acabar con alguna de ellas. Estas tiendas solo desaparecen si se les asfixia a impuestos, si se les aplican normativas incumplibles, si se les retira la protección, si no se favorece su continuidad cuando se jubilan los dueños, si se dictan leyes para favorecer a las grandes compañías.
Una tienda que lleva abierta varios cientos de años no desaparece así como así.
De hecho, de los 10.000 comercios que han cerrado en Madrid durante esta crisis, tan solo media docena eran tiendas centenarias. El resto eran tiendas actuales y actualizadas.

A nadie se le escapa que el pequeño comercio pasa por dificultades, especialmente debido a la crisis, un problema añadido a los muchos existentes, por lo que es preciso extremar la protección. En alguna ocasión hemos visto como un comercio histórico ha sido transformado en tienda de conveniencia o de souvenirs, que poco aportan a la ciudad. Esto sería evitable favoreciendo que, cuando un comercio cierra por cualquier causa, se procure que se establezcan allí comercios similares al desaparecido.
La importancia de este tipo de comercios haría necesaria la exención o rebaja de ciertos impuestos como el IBI, las ayudas para la restauración del mobiliario histórico, mayor vigilancia y mayor protección arquitectónica. Así evitaríamos el continuo goteo de establecimientos que cierran o se desnaturalizan. La actualización de los contratos de renta antigua prevista para finales de este año puede significar la desaparición de varios comercios emblemáticos, ante las total  pasividad de los gobernantes locales.


Foto 1: Álvaro Benítez (Del libro Tiendas de Madrid)
Foto 2: Ramón Rubio Moreno

P.S: El Catálogo de Establecimientos Arquitectónicos Especiales está disponible en la Subdirección General de Gestión Privada. Si queréis un listado más accesible y mejor explicado, en mi libro "Tiendas de Madrid" de Ediciones La Librería reseño los 500 comercios tradicionales más atractivos.
En 2007 se hizo una revisión del catálogo de establecimientos arquitectónicos en la que se suprimieron 300 establecimientos y se cambió el grado de protección a algunos de ellos.




jueves, 25 de septiembre de 2014

El pincho



El Obelisco de Calatrava, más conocido como el pincho, es todo un símbolo de una época, la época del despilfarro, cuando se gastaban millones en obras absurdas, inútiles y para colmo feas.
El obelisco costó 14 millones de Euros.
Fue un regalo que nos hizo Caja Madrid con dinero procedente de los bolsillos de los madrileños.
Teóricamente iba a girar en espiral, abriendo graciosamente sus lamas de metal, pero nunca funcionó.
Al fotógrafo Álvaro Benítez y a mí se nos ha ocurrido que podrían añadirle unos encurtidos y variantes y hacer así un monumento al pincho, a esos pinchos y tapas gratuitas que te ponen cuando te pides una caña y que han sido siempre una seña de identidad de Madrid.
Hacen falta monumentos que transmitan alegría de vivir.


Foto: Álvaro Benítez Álvez.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

La leyenda de la calle Libreros



Esta calle madrileña conocida por sus librerías de compra-venta de libros de texto, ha tenido otros nombres.
Anteriormente se llamó calle de Justa, calle del Pozo y después calle Ceres.

La mujer llamada Justa tenía un pozo que había frente a una de las casas y que al decir de las gentes era la guarida de un temible dragón, por lo que nadie osaba levantar la tapa del siniestro pozo.
En cierta ocasión una joven, convencida de que todas esas historias eran patrañas, probablemente urdidas para que nadie robase el agua de dicho pozo, o al menos eso pensaba ella, se envalentonó y levantó la tapa.
Salió entonces con gran estruendo un terrible basilisco que acabó con la vida de la joven.


¿Sucedió de verdad la historia del dragón? ¿Fue tan solo un cuento para evitar otra explicaciones más creíbles de la muerte de aquella chica?
No lo sabemos.
El caso es que andando el tiempo, esta calle volvió a ser escenario de otros sucesos, como un crimen pasional, sucedido en 1861, o la muerte de una estudiante de 21 años, alcanzada por un bote de humo en una manifestación sucedida en 1977.





martes, 23 de septiembre de 2014

La Calle de los Libreros


Foto C. Osorio

En Septiembre, la calle Libreros revive y se llena de voces juveniles cuando cientos de estudiantes acuden a comprar o a intercambiar los libros de texto rebajados o de segunda mano.
Esta tradición, que había mermado con el tiempo, ha resurgido durante la crisis económica.
Año tras año nos preguntamos ¿por qué son tan caros los libros de texto?
Trasladaremos la pregunta a los responsables de la gestión cultural y educativa, pero entretanto vamos a contar la historia de una calle entrañable de Madrid:
La calle de los Libreros

Foto: Librería Felipa

La primitiva calle del Pozo pasó en el XIX a llamarse calle de Ceres.
A finales del XIX la calle Ceres no pasaba por uno de sus mejores momentos. Esta vía, que tuvo momentos brillantes, como cuando vivió en ella Julia Espín, musa de Bécquer, pasó en otras temporadas a ser una calle siniestra de mancebías "low cost".
Valle Inclán la mencionó en la obra Luces de Bohemia y parece ser que el pintor Solana se inspiró en ella para algunas de sus pinturas oscuras.

Ningún comerciante quería instalarse en semejante lugar, hasta que una mujer valenciana muy emprendedora y con pocos recursos alquiló un local para revender libros usados.
Josefa Borrás, que así se llamaba esta buena mujer, vendía y compraba libros de texto, sobre todo a los estudiantes de la cercana Universidad Central de San Bernardo.


 Josefa , que ha pasado a la historia como Doña Pepita, sabía tratar a los estudiantes; no en vano había sido maestra y profesora de sordomudos.
Si alguno no tenía dinero suficiente, Josefa le fiaba.
Tanto la querían los estudiantes, que en una ocasión en que Josefa tuvo problemas con el Ayuntamiento, éstos organizaron una gran manifestación en su defensa.
El negocio de Doña Pepita prosperó, y sus empleadas terminaron fundando otras librerías de compra y venta en la misma calle.
Así nacieron La Casa de la Troya, La Fortuna, Felipa, Madrid, Salamanca, Alcalá, La Merced, Guzmán, Barbazán...

Foto Librería Felipa.

Fue el escritor Pío Baroja, asiduo paseante de estas calles, quien pidió al Ayuntamiento que le cambiase el nombre, ya que no tenía sentido seguir denominando a una vía con el nombre de la diosa de la agricultura, cuando todo el mundo le llamaba "Libreros". Y así se hizo.

Por cierto que esta calle tenía una leyenda,... que os contaré mañana.



lunes, 22 de septiembre de 2014

Maslama Al Mayriti




Âbû-l-Qâsim Maslama al-Maŷrîtî (أبو القاسم مسلمة بن أحمد المجريطي), o Maslama el madrileño es el primer vecino célebre de nuestra ciudad
Fue un astrónomo, astrólogo y polígrafo que nació en Mayrit a mediados del siglo X y murió en Córdoba en 1007.
Conocido como el Euclides de España, resumió las tablas de Al-Juwarizmi. 
Tradujo del griego el “Planisferio” de Ptolomeo, obra perdida que hoy conocemos gracias a él.
Introdujo técnicas para la construcción de astrolabios
y realizó un manual de aritmética mercantil para uso popular.
Sus trabajos sirvieron posteriormente a los astrónomos cristianos.

Maslama fue el consejero astrológico de Almanzor, realizando los augurios previos a las campañas y combates. Se dice que pronosticó con acierto el fin del califato. 
La leyenda dice que tuvo una hija, llamada Fátima de Madrid pero su existencia no está probada por documentos.

A unos cuantos madrileños no deja de sorprendernos que un científico de semejante talla no tenga dedicado un monumento o una calle relevante. En todo caso, son este tipo de personas las que merecen que se les dedique una calle, y no ciertas gobernantes extranjeras que nada han hecho por nuestro país (en referencia a Margaret Thatcher). En la zona de Ramón y Cajal existe una plaza Maslama, que probablemente esté dedicada a él.




sábado, 20 de septiembre de 2014

España y Cataluña: un mismo corazón



Los catalanes que no quieren la independencia son mayoría según las encuestas más fiables.
Sin embargo, el régimen nacionalista, dueño del poder político, de los medios de comunicación y de la cultura catalana los silencia, los ningunea, los ha convertido en ciudadanos de segunda clase.


Los catalanes que se pronuncian contra el independentismo son tachados de anticatalanes, se les desprecia y abuchea desde el omnímodo poder nacionalista.
Por eso necesitan nuestro apoyo, el de todos los ciudadanos que amamos a Cataluña y amamos a España.


Apoya a los catalanes que defienden una sociedad libre e igualitaria.
Los nacionalismos identitarios y excluyentes son la mayor amenaza que ha sufrido nuestra democracia en su reciente historia.
Haz oír tu voz contra el independentismo insolidario.

Participa, opina con los tuyos o colabora a través de una de estas dos páginas:








viernes, 19 de septiembre de 2014

Hable con ellos



Una costumbre muy madrileña era la de hablar con los otros viajeros en los transportes públicos. 
Hasta hace unas pocas décadas era muy frecuente que se formasen conversaciones y tertulias. 
Poco a poco se ha ido perdiendo la costumbre de hablar con los desconocidos. 
¿Y por qué no? 
Tenemos mucho que aprender de la gente que nos rodea.
Hablar con los demás nos reconforta, nos enriquece y nos hace mejores personas. ¡Hablemos con ellos!


Foto: Carlos Osorio.


jueves, 18 de septiembre de 2014

Plaza de la Paja, 1920



La humedad, la neblina, el olor a piedra húmeda, a óxido de balcón y a corteza de árbol, a tierra mojada, hace que por un momento los ojos del espectador se cierren y de pronto una campana lejana nos despierte. Estamos en Madrid en el año 1920.



miércoles, 17 de septiembre de 2014

Ochenta Grados



80 grados es un restaurante-cadena especializado en comida de picoteo basada en platos tradicionales (buen comienzo) con resabios de "nouvelle cuisine" y con una presentación muy original de los platos.


El restaurante al que nos referimos está en Manuela Malasaña, 10 y fue durante su etapa anterior el "Nina Madrid"
La decoración está basada en las tendencias minimalistas, respetando las columnas de forja, con un agradable suelo de madera y las habituales sillas de plástico con geométrico entramado en las patas.


Si más que a comer o a cenar sales a tontear un poco, este es tu sitio. No vas a salir diciendo eso de "No puedo más, estoy lleno" pero te vas a entretener con el ir y venir de los miniplatos fríos y los miniplatos calientes.


Hay platos encantadores como esta cremita en su cazuelita con picatostes


O estas patatas bravas dos salsas cuyo picante viene en un cuentagotas.

Para beber es recomendable el distinto de verano, y para picotear, aparte de las bravas, el huevo trufado, los fingers de pollo, el salmorejo, los bocatas 80º y el de calamares, las croquetas, el solomillo, ...
y de postre la leche con galletas o la tarta de queso, siendo aceptables los helados.
Lo peor, la sensación de que tienes que desocupar la mesa rápidamente, debido a la política de precios asequibles/rotación de clientes que suele existir en este tipo de franquicias.


Fotos Carlos Osorio.

martes, 16 de septiembre de 2014

El amor y la muerte en Corredera nº 20.


Foto MCYP

Corredera de San Pablo nº 20 es un edificio histórico y singular del año 1700, uno de los poquísimos que se conservan de esa época en Madrid.
El Ayuntamiento, su propietario, lo ha tenido abandonado desde hace bastantes años, ha olvidado su intención de rehabilitarlo para fines sociales y finalmente lo acaba de vender a una inmobiliaria desconocida hasta el momento.

Foto: El Paseo de Jane

A lo largo del tiempo, el edificio ha sido habitado por infinidad de personas y familias, pero nos vamos a fijar en alguien muy especial que pasó por allí: Antonio Machado

Machado y leonor

Machado pasó aquí el verano de 1909, junto con su recién desposada Leonor, 
La madre del poeta vivía por entonces en este edificio.

Foto El País.

Como sabemos, Leonor murió al poco tiempo, sumiendo a Machado en la tristeza.
Los años pasan, y un hecho casual y trágico, relacionado con este edificio, va a significar, de rebote, un cambio en la vida de Antonio Machado.
A finales de los años veinte, Machado tenía una admiradora desconocida, la poeta Pilar de Valderrama, más conocida por su seudónimo Guiomar.
Guiomar.

Guiomar estaba casada con Rafael Martínez, un hombre que no le prestaba atención y que se entretenía con diversas aventuras amorosas. Guiomar era muy religiosa y aguantaba la situación con actitud resignada. 
En 1928, el marido de Guiomar llevaba dos años viéndose en secreto con una joven llamada
Felisa Ernestina Castro Pérez.
Felisa Ernestina vivía en Corredera nº 20.
El 17 de marzo de 1928 Ernestina se quita la vida saltando por una ventana en una casa de la calle de Alcalá.
El marido de Guiomar, horrorizado, no encuentra mejor confidente que su mujer, la cual no puede aguantar más y decide ausentarse una semana para hacer una cura de reposo.
Guiomar elige la ciudad de Segovia, donde sabe que se encuentra su admirado poeta Antonio Machado.
Esta vez sí tendrá valor para ir a conocerle.
Aunque el valor no será tan fuerte como sus creencias.



Bibliografía: "Sí, soy Guiomar" Pilar de Valderrama
"Ligero de equipaje" Ian Gibson.







lunes, 15 de septiembre de 2014

El último viaje de la Mercedes




El 5 de Octubre de 1804, cuatro fragatas españolas, Medea, Mercedes, Fama y Clara, cargadas con cientos de miles de monedas de plata y oro propiedad de la corona española, se aproximaban a las costas del Cádiz procedentes de Montevideo. 
Las naves navegaban confiadas, ya que en esos momentos España estaba en paz con el resto de naciones europeas.
A la altura del Cabo San Vicente, al sur de Portugal, son interceptadas y atacadas por cuatro fragatas inglesas que las esperan dispuestas a detenerlas.
El mando inglés ordena que arríen las banderas españolas y les acompañen a Gran Bretaña.
Los españoles contestan que de ninguna manera están dispuestos a arriar las banderas.
 Sin previo aviso, el mando inglés, Sir Graham Moore, inicia el cañoneo de las cuatro embarcaciones.. En medio del inesperado combate, la fragata española Nuestra Señora de las Mercedes explota violentamente hundiéndose al instante. Doscientos sesenta y tres compatriotas mueren como consecuencia de la explosión o ahogados en los momentos posteriores. 

España ya había soportado en los siglos pasados decenas de ataques de los piratas enviados por su graciosa majestad británica para apoderarse de las riquezas que transportaban los navíos españoles, pero aquella agresión en tiempo de paz y con un resultado tan dramático llevó a nuestro país a declarar la guerra a Inglaterra.
El hundimiento de la Mercedes fue el inicio de una serie de acontecimientos bélicos que desembocaron en la batalla de Trafalgar.

 203 años después de este histórico suceso, la empresa cazatesoros Odyssey localiza y expolia parte del cargamento de esta fragata, trasladándolo de forma ilícita hasta Florida y fingiendo que se trataba de un buque inglés. Más de 500.000 monedas de plata y 200 monedas de oro, conformaban el grueso del botín hallado a 1.500 metros de profundidad. 
Se inicia entonces un largo litigio, en el que los tribunales norteamericanos terminan dando la razón al estado Español, reconociendo nuestros derechos sobre dichos bienes y ordenando su inmediata devolución a España. Este caso ha supuesto un importante precedente internacional en la defensa del Patrimonio Arqueológico Subacuático, y es el origen de que hoy podamos contemplar esta magnífica exposición.

La muestra puede verse en el Museo Arqueológico hasta el 30 de Noviembre de 2014
(otra parte de la exposición se halla en el Museo Naval)

"El último viaje de la Mercedes"
Museo Arqueológico Nacional
Horario de visita:
Martes a sábado, 9:30-20:00 h.
Domingos y festivos, 9:30-15:00 h.

Entrada gratuita



sábado, 13 de septiembre de 2014

La diosa melancólica




Foto: Ramón Rubio Moreno.


Cibeles, la diosa a quien Apolo encomendó la protección de Madrid, tiene el porte arrogante de una antigua diosa, pero su cara refleja melancolía.
Carlos III encargó a Ventura Rodríguez el diseño de esta fuente, y fue Francisco Gutiérrez el encargado de esculpir a la diosa.
Cibeles, diosa de la Madre Tierra, de la fertilidad del campo, de las montañas y los animales, ha vivido por y para su sagrada misión, pero por alguna razón nunca sonríe.
Podría deberse a que no tuvo suerte en el amor.
Cibeles se enamoró locamente del joven Atis, pero este eligió a otra mujer para casarse.
Furiosa, la diosa privó a Atis de la razón, y este, enloquecido, se cortó sus órganos genitales muriendo desangrado.
Cibeles no quiso que desapareciera su amado, y le convirtió en pino, siendo desde entonces el dios de los bosques.
Los dioses mitológicos tienen en común la capacidad de lograr los prodigios y las hazañas más increíbles, pero casi nunca logran tener una vida sentimental razonablemente feliz.

A finales del siglo XIX, durante un frío invierno, un madrileño llamado Felipe Ducazcal se subió a la estatua de la diosa, la arropó con su capa y le dio un beso.
No fue el único episodio de este tipo, pues en varias ocasiones algunos madrileños le han protegido del frío con su capa, su abrigo o su bufanda.
Dicen que en esas ocasiones parecía que la diosa sonreía levemente.
Como también afirman que La Cibeles sonríe con los éxitos de un determinado equipo futbolístico.
¿Será verdad?




viernes, 12 de septiembre de 2014

Orígenes del aeropuerto de Barajas, 5. Postales.



Concluimos este agradable paseo en el tiempo por el aeropuerto de Madrid-Barajas con unas simpáticas postalitas.
Postales de los años 60 y 70 que nos ayudan a identificar lo que se convirtió en un símbolo de progreso y modernidad para la ciudad: El aeropuerto de Barajas.






¡Bon voyage!






jueves, 11 de septiembre de 2014

Orígenes del aeropuerto de Barajas, 4. De los 60 al siglo XXI.




(foto: portal fuenterrebollo)

Una familia madrileña en 1963 presumiendo de modernos, cosmopolitas y transoceánicos ante un avión de Iberia. Por cierto que esa gafas enormes, como las que lleva la madre, se han vuelto a poner de moda. ¡Y el niño con traje! A ver quién es el guapo que le encasqueta un traje a un mozalbete de hoy en día. Pero sin duda la foto lo requería.


El Puente aéreo Madrid.Barcelona se crea en 1974. Una forma sensata de acercar dos ciudades con grandes relaciones pero tradicionalmente mal comunicadas.

Llegan los años 80.



En los años 80 se reforman las terminales con motivo del mundial 82, pero la saturación del tráfico aéreo en los años noventa exige importantes reformas y ampliaciones.


En 2006 se construye la nueva y gigantesca terminal: La T-4. Una terminal necesaria para atender a los cerca de 40 millones de viajeros anuales que tiene ya el aeropuerto.


La T-4 cuenta con el excelente diseño del arquitecto Richard Rogers que la construye junto con Antonio Lamela.


Las pistas de la T-4 son tan largas que a menudo, cuando el avión se dispone por fin a despegar, tienes la sensación de que con un poco más que rodase por el asfalto ya estarías en el punto de destino, y eso sin necesidad de volar.


Bibliografía e imágenes:
Historia de los Aeropuertos de Madrid. Luis Utrilla
Urbancidades, blog de Enrique Fidel
Fuenterrebollo.
Aena
Wikipedia
Nicolás 1056
Scribd.com