lunes, 12 de julio de 2010

Gracias!


Gracias por la emoción y los buenos ratos que nos habéis hecho pasar. Gracias a los jugadores, al mister y a todo el grupo de apoyo.
Las cosas buenas de la vida no son producto de la suerte ni del individualismo: son el resultado de un gran esfuerzo realizado en equipo.

8 comentarios:

Mercedes dijo...

Sí señor :-) gracias a todos, ha sido todo muy bonito, anoche, cuando acabó el partido, todos los vecinos de mi calle salimos al balcón, aplaudiendo y saludando, nunca había vivido nada igual, gracias a todo el EQUIPO!

mcarmen dijo...

Efectivamente, Carlos, a ver si aprendemos la lección.
Saludos,

Fran dijo...

Sii ¡CAMPEONES GRACIAS! Gracias por su buen juego, su compañerismo, por ser como son, por ser un buen ejemplo. Por demostrar que los españoles pueden estar unidos en un mismo sentir dentro de la individualidad que los distingue.

Miguel dijo...

un grupo de jugadores y técnico muy bueno, una generación excelente de futbolistas :)

cecilia dijo...

Han dado un buen ejemplo a todos: ni soberbia ni rencillas, empezando por ese señor que no es un divo al uso, Del Bosque, sino una especie de maestro bueno y comprensivo, que se hace notar por un buen trabajo, al margen de escandalillos y polémicas de bajo tono.
Y no soy futbolera, que conste

Carlos Osorio. dijo...

Estoy de acuerdo en lo que planteáis. Yo tampoco soy futbolero, pero he disfrutado como el que más.

cecilia dijo...

Esta opinión es de Miguel Angel Aguilar. La transcribo porque merece la pena y con tu permiso

El seleccionador ha sido la prueba viviente de que también tenemos españoles de primera, que para nada alardean, que crean espíritu de equipo, que huyen de las baladronadas, que ambientan el buen entendimiento, que evitan divismos disgregadores, que son refractarios a los calentamientos demagógicos, incluidos los de procedencia periodística, que se esfuerzan por sacar de todos y cada uno de los seleccionados lo mejor de sí mismos, que demuestran su aversión al engolamiento y a la solemnidad inane, que encajan la crítica y, todavía más difícil, el elogio.

Carlos Osorio. dijo...

Muy bien traído, Cecilia. La verdad es que una sociedad que no sepa valorar la sabiduría de sus mayores, y este es un buen ejemplo, es una sociedad muy pobre.