martes, 31 de agosto de 2010
Gran Via, 28. La Telefónica
La Telefónica
Arquitecto: Ignacio de Cárdenas. 1927.
-En este solar se iban a construir los Grandes Almacenes Victoria, pero pensaron que era mejor negocio especular con el terreno. En poco tiempo pasó a valer el doble y entonces lo compró La Telefónica para hacer su sede principal. Querían que fuera el rascacielos más alto de europa y que estuviera en la calle más importante. La compañía, que ya era una de las más pujantes del país, tenía 12.000 abonados. El cableado telefónico, que iba por las azoteas de los edificios empieza en esta época a canalizarse.
-Inició el proyecto Juan Moya, profesor de Arquitectura, con un gran barroquismo. Moya delegó en su discípulo, Ignacio de Cárdenas, quien eliminó muchos adornos para hacer un proyecto más sobrio. Cárdenas, cuya inteligencia proverbial le hacía valorar el trabajo en equipo, pidió ayuda a Louis S. Weeks, arquitecto americano de la ITT. Luego contó con otros 5 arquitectos españoles, entre ellos Feduchi. Incluyó en el equipo al escultor Rafael Vela y al pintor Hidalgo de Caviedes.
-El estilo arquitectónico parte de la inspiración neoyorkina y añade elementos barrocos madrileños. Tiene una estructura metálica hormigonada. Fue levantado en tiempo récord: de marzo a octubre de 1927, gracias a potentes grúas.
La fachada es de piedra: granito en las dos primeras plantas y arenisca en el resto. Para tallar tal cantidad de piedra se instaló un taller de cantería a pie de obra.
-¿Alguna vez te has parado a contar las ventanas?: Son nada menos que 680.
-¿A que no te imaginas lo que había dentro del torreón?
El torreón estaba destinado a depósito de agua, con una capacidad de 45.000 litros.
La altura del edificio es de 89 mts. En aquel momento era el más alto de Europa. Fué el más alto de España hasta que en el año 1948 se hizo el Edificio España.
Costó 32 millones de pesetas (Unos 200.000 euros)
-La central era automática, con 40.000 líneas, y empezó a funcionar cuando estaba a medio construir.
-Ignacio de Cárdenas era un arquitecto enamorado de su edificio. Durante la guerra civil se lanzaron cientos de obuses contra la Telefónica, por haberse instalado aquí el observatorio militar del mando republicano, Cárdenas quiso estar aquí, y dirigía la reparación de los daños cada vez que un obús impactaba en su edificio.
-Actualmente, el edificio ha quedado únicamente para actos institucionales y culturales de la compañía, entre ellos el interesante Museo Telefónico. Parte del edificio parece ser que se va a destinar a viviendas. El resto ha sido trasladado al gran mamotreto que ha sido construido junto a la M-40.
Fotos en color: Carlos Osorio
domingo, 22 de agosto de 2010
domingo, 15 de agosto de 2010
El segundo tramo de la Gran Via

El segundo tramo de la Gran Via fué realizado entre 1917 y 1924. Se llamó Avda. de Pi y Margall. Durante la guerra civil se llamó popularmente Avenida del Quince y medio. (Ese era el calibre de los obuses que lanzaban desde la casa de Campo y que tenían por principal objetivo la telefónica, donde estaba el observatorio militar)
Estilísticamente, se produjo el paso del historicismo a la arquitectura funcionalista, y cundió el uso del hormigón armado. Surgieron nuevos hoteles, cines y comercios con bastante influencia americana. A diferencia del primer tramo, el 2º y 3º no se insertan bien en la ciudad. No se creó una transición hacia los barrios, ni vías de servicio practicables a ambos lados. Lo peor fué el cierre de la calle Desengaño que quedó cortada por la telefónica. Esto generó espacios de degradación.
Red de San Luis: Antigua Red de Pan, especie de mercado al por mayor que se realizaba desde el siglo XVII. Toma el nombre de Iglesia de San Luis, al final de Montera, que fué incendiada en 1931. (Se salvó la portada que está en el lateral de la Iglesia del Carmen)
Aquí estuvo la fuente de los Galápagos, hoy en el Retiro, junto al estanque. Construida en 1832 servía de ornato y de abastecimiento. 17 aguadores llevaban el agua a las casas.
Luego estuvo el bello templete de entrada al metro, obra de Antonio Palacios, con una gran marquesina de cristal. Un ascensor bajaba por 5 cts, y se convirtió en una atracción para los madrileños. En 1972 se retiró el templete y se llevó a Porriño, localidad natal de Palacios.
Gran Via, 26



Gran Via nº 26
Este airoso edificio, situado entre Fuencarral y Hortaleza, es obra de Pablo Aranda, y fué realizado en 1914. Han desaparecido las cúpulas y otros adornos, sin que hasta la fecha se haya hablado de restituirlos. Se pensó para comercios en las plantas bajas y para viviendas de alquiler el resto. Anteriormente estuvo aquí la casa de un ciudadano apellidado Astearena, que tenía mucha presencia exterior aunque era muy estrecha, y quedó en el acervo popular un refrán alusivo a los que mucho aparentan y poco son: "La casa de Astearena, mucha fachada y poca vivienda"
Fotos: Carlos Osorio
El camino madrileño a Santiago

Tienes mucha información aquí.
Curiosa coincidencia
jueves, 12 de agosto de 2010
El ayer del Puente de Segovia
Las lavanderas del Manzanares
lunes, 9 de agosto de 2010
La antigua plaza de la Cebada
La Cibeles en 1785
viernes, 6 de agosto de 2010
La hermosa peluquería
Homenaje a los kioskos

La fuerte competencia de los periódicos gratuitos y de los informativos de internet va haciendo mella en los kioskos de prensa. Al pasar por la calle Princesa, junto a la Plaza de España, ví el hueco que ha dejado un kiosko y sentí nostalgia, porque me gustan los periódicos de siempre, y es donde de verdad me entero bien de lo que pasa. Además, un kiosko da vida a una calle. Es donde siempre puedes preguntar algo o echar un rato de conversación con el kioskero. Me gustan los kioskos.
Foto: Carlos Osorio
miércoles, 4 de agosto de 2010
Jugar

Jugar produce alegría a cualquier edad.
Afortunadamente, en el Madrid de hoy hay áreas de juegos infantiles en muchos parques y plazas (Recuerdo épocas en que éstas brillaban por su ausencia). Pero sólo hay juegos para niños pequeños. Los niños de más de seis años no tienen juegos apropiados para su edad. Los pre-adolescentes y adolescentes no cuentan para nuestros diseñadores de parques y plazas. Los jóvenes tampoco. Y los que ya no somos tan jóvenes y los mayores, menos aún. ¿Por qué no nos dejan jugar a todos, a cualquier edad?
En esta foto de un parque alemán, una mujer y una niña juegan juntas en un tobogán. A ver si toman nota los que diseñan nuestros barrios.
(La foto la he conocido a través del estupendo blog "Flores en el ático")
Anuncios antiguos
Puente de Segovia en 1650
Palacio y jardines del Buen Retiro
lunes, 2 de agosto de 2010
Personajes de la Gran Via
Organillero en el Puente de Toledo
¡Viva la olimpiada, abajo el deporte!

Escuchando los discursos municipales sobre el Madrid olímpico, me dije a mí mismo: ¡Hay que hacer deporte! y fuí a buscar un centro deportivo en mi distrito, el distrito Centro. Para mi sorpresa, no existe ninguno. El único que teníamos, el mini-centro deportivo de La Latina, fue derribado para reformarlo. Resulta que había dinero para la demolición, pero no lo hay para la reconstrucción. Me fuí entonces a las otrora magníficas instalaciones de la Virgen del Puerto y comprobé que habían sido destruidas para hacer las obras de la M-30. (llevan más de una década desaparecidas). Miré en el polideportivo Vallehermoso y otro tanto: se demolió para reformarlo y no hay dinero para rehacerlo. La ciudad deportiva del Real Madrid son hoy cuatro torres. Revisé los escritos del Alcalde por si acaso había leído mal: no, no, todo lo contrario: en el programa electoral figuraba la intención de constuir un polideportivo en cada barrio. Pregunté y me dijeron que de momento no se había hecho ninguno, por falta de dinero. Pensé: ¿No se han gastado millones en convertir las plazas y paseos de Madrid en desiertos de granito?..o sea, que dinero no hay para lo que no interesa. Lo que sí se ha hecho es presentar dos candidaturas olímpicas. Yo estoy a favor de que Madrid llegue a conseguir la olimpiada, otra cosa es lo de presentarse cuando no toca. Otra cosa es que se apoye el deporte olímpico, que es el que mueve millones, y el deporte de base, el que le sirve a la gente, el que crea tejido social, esté un tanto olvidado. Cuando veía al regidor enarbolando la bandera olímpica, no tuve la sensación de que le interesara mucho el deporte, más bien le debía interesar que la gente siguiera al abanderado.
Foto; Carlos Osorio (El mini-polideportivo de La Latina tras su demolición)