martes, 31 de marzo de 2015

Cierra la "Gran Hojalatería"



Siguiendo con el cierre de comercios centenarios, al que no es ajena la ausencia de medidas que protejan este valioso patrimonio de nuestra ciudad, un comercio muy carismático de la calle Imperial: "La Gran Hojalatería" va a cerrar sus puertas en los próximos días.


Esta tienda de artículos para el la cocina y el hogar se fundó en 1898.
José María Rivas, su propietario, ha conocido los tiempos en que aquí trabajaban 14 empleados que confeccionaban y reparaban cacharros de hojalata.
Desde hace un par de décadas, la tienda se había especializado en artículos para la cocina, siendo uno de los pocos lugares de nuestro país en el que podían encontrar los instrumentos más insospechados para la ayuda del cocinero.


Como vestigio de tiempos pasados conservan varios cacharros de hojalata, como las lecheras y las aceiteras.


Y pueden encontrarse objetos extraordinarios, como barreños de cinc o esta magnífica máquina de fabricar helados.

Fotos: Carlos Osorio.


lunes, 30 de marzo de 2015

viernes, 27 de marzo de 2015

Procesiones en Madrid 2015


Foto: Carlos Osorio.

Por fin una Semana Santa en la que no parece que vaya a jarrear, lo que predispone, sin dudarlo, a conocer las procesiones de Madrid. No es fácil, ya lo decimos, porque suele ir mucha gente y no siempre se encuentra el mejor sitio para poder presenciarlas.
Especial interés tienen las de los Estudiantes (Domingo de Ramos a las 19:00 en San Miguel), Los Gitanos (miércoles a las 20:15 en la iglesia de El Carmen), Jesús el Pobre (Jueves a las 19:00 en San Pedro el Viejo), El Gran Poder (Jueves a las 20:00 desde San Isidro, en la calle Toledo), El Silencio (Viernes a las 19:00 desde la iglesia de los Cruzados de la Fe, en Atocha), etcétera.

Este es el programa de procesiones 2015.



Bisutería Otero: Adios a una joya del comercio madrileño



 Bisutería Otero, una de las tiendas más bonitas de nuestro país, cierra sus puertas coincidiendo con la Semana Santa.


Bisutería Otero se fundó en 1905, y desde entonces viene ofreciendo juegos de peinas y peinetas, aderezos y demás adornos de cabeza. Poseen la mejor bisutería francesa y alemana de los años 20 y 30. 


La infanta Isabel, La Chata, fue cliente de este comercio que, recientemente ha facilitado el atrezzo a películas de Almodóvar.


 Su propietaria, Almudena Zarco, descendiente del fundador y consciente de la tienda es una obra de arte ha mantenido intacto su mobiliario y decoración de época. 


Quienes no son tan conscientes del valor de esta y otras maravillas del comercio centenario son nuestros gobernantes, que en nada ayudan a su conservación y que impulsan leyes que dificultan o impiden, como es el caso, su continuidad.


Bisutería Otero, todo un tesoro, en C/ Mayor nº 28

Fotos: Carlos Osorio.


martes, 24 de marzo de 2015

La Casa de Fieras del Retiro, 2.



En los oscuros años de la Guerra Civil, varios animales de la Casa de Fieras murieron por falta de cuidados. Unos años más tarde, con motivo de la Segunda Guerra Mundial, Alemania cedió varias fieras de sus zoológicos que renovaron la población de nuestro Zoo. 


En los años cincuenta y sesenta, la Casa de Fieras del Retiro se convirtió, junto con el Rastro y la Casa de Campo, en una de las atracciones favoritas de las familias madrileñas.

Foto: La pajarera de la Casa de Fieras.

En 1967 había medio millar de animales y se superó la cifra del millón y medio de visitantes.


En esa época los madrileños eran muy aficionados al flamenco.


Aunque, ciertamente, la gran diversión de grandes y pequeños era dar de comer a los animales.

Foto: público ante el foso de los monos.

Especialmente alimentar a los monos, que si no fuera por los saltos que daban, estarían gordos como hipopótamos. 


Los niños aprendían zoología de un modo ameno y didáctico.


Claro que, no todos los chavales se acercaban a los bichos con buenas intenciones. Yo intuía que las vallas y rejas, más que para seguridad del público, estaban para proteger a los animales.


En 1969 comenzó el traslado de los animales al nuevo Zoo de la Casa de Campo, un Zoo moderno y con amplios espacios para los bichos, lejos del hacinamiento que habían padecido en El Retiro.


Esta foto nos muestra el momento en que la jirafa viaja por la calle Alcalá rumbo a su nuevo hogar.


El edificio principal de la Casa de Fieras pasó a ser Junta Municipal del Distrito de Retiro hasta 2013, año en que se convirtió en una de las bibliotecas públicas más agradables de nuestra ciudad.
Afortunadamente, algunas instalaciones de la Casa de Fieras se han conservado para recuerdo y disfrute de los madrileños. Hoy el recinto se llama Jardines de Herrero Palacios. Aunque para muchos seguirá siendo "La Casa de Fieras"






lunes, 23 de marzo de 2015

La Casa de Fieras del Retiro, 1.



La Casa de Fieras del Parque del Retiro fue el Zoológico de Madrid entre 1830 y 1969.
Inicialmente formó parte del Reservado de los reyes Fernando VII e Isabel II, hasta que en 1868 se abrió al pueblo de Madrid.
Sus antecedentes hay que situarlos en la "Leonera", una serie de jaulas para animales salvajes que formó parte del Real Sitio del Buen Retiro en el siglo XVII, así como el zoológico creado por Carlos III junto al jardín botánico, en la actual Cuesta de Moyano.

Entrada a la Real Casa de Fieras a fines del siglo XIX

La Casa de fieras estaba formada por un edificio de ladrillo, muy alargado y de dos plantas. La planta inferior contenía habitáculos con rejas para los animales (osos, leones) y la planta superior era un lugar de descanso para la real familia, estando decorada con animales disecados.  Los primeros animales de este zoo fueron una pantera, un chacal, dos hienas, una cebra, un avestruz y varios cachorros de tigre.


En 1870 se construyó el foso de los monos, y a ambos lados  dos grutas de rocalla para alojar a sendos osos, así como un gran número de cercados para animales de todo tipo.
La entrada al recinto formada por dos pilastras con estatuas de leones se adornó con cerámicas vitrificadas a comienzos del siglo XX.


En 1873 se adquirió una elefanta llamada Pizarro que procedía del desaparecido parque de atracciones de los Campos Elíseos ( que estuvo en el barrio de Salamanca, cerca del Retiro).
Los sucesores de la elefanta siguieron llamándose Pizarro, salvo una que se llamó Julia y el último que se llamó Perico.


En la imagen precedente vemos al rey Alfonso XIII visitando el zoológico.


Entre 1875 y 1916 la gestión del zoo se privatizó, siendo dirigido por la familia Cavanes. Estos empresarios organizaron actividades como el paseo del cocodrilo o el baño del elefante que atrajeron a numeroso público. 


Uno de los hipopótamos falleció tras ingerir los tornillos que le arrojaron unos desgraciados.


En 1916, el jardinero mayor de Madrid, Cecilio Rodríguez, ajardinó el recinto.


Y este era el foso de los osos polares, decorado con sendos osos de piedra procedentes de los almacenes de la Villa. Ignoro lo que pensarían los osos polares el día que les trajeron las dos esculturas de osos. Supongo que se quedarían de piedra.






Mirando la ciudad



Mirando Madrid desde los cerros de Vallecas. Me llama la atención esta foto de Álvaro Benítez en la que una pareja contempla el inmenso bosque de viviendas que forma la ciudad.
Tal vez estén pensando en formar su nido en alguna de esas ventanas. Quizás tratan de reconocer las casas donde viven sus familiares y amigos en el mar de ladrillo.
O puede que simplemente su mirada vuela como una cigüeña sobre Madrid.
Es una imagen que habla de presente y de futuro.
Con esta imagen os deseo un ¡Buen Lunes! y una
¡Buena Semana!


Foto: Álvaro Benítez.



viernes, 20 de marzo de 2015

Visita Guiada: El Museo Sorolla


Visita Guiada: El Museo de Sorolla y la exposición "Trazos en la arena"

Jueves 26 de Marzo a las 18:15 horas

Cita: en la puerta del Museo Sorolla. C/ Martínez Campos, 37


El museo Sorolla es uno de los museos con mayor encanto de nuestro país. Inaugurado en 1932 en el palacete que fue casa y estudio del pintor, contiene el conjunto más importante de obras de Sorolla. Es una colección muy personal del pintor, que se completa con numerosos dibujos y «notas de color», tablillas al óleo donde el pintor recogía continuamente sus impresiones. Pero además el museo cuenta con todo el mobiliario y las «otras colecciones» que decoraban la casa en vida de Sorolla: esculturas y cerámicas, y los diversos enseres: entre ellos, los caballetes, las paletas y los pinceles del pintor. 

Además, se puede disfrutar del magnífico jardín andaluz que precede al palacete. Aprovecharemos la visita para conocer la interesante exposición temporal: Trazos en la arena.

Precio: 10 €. Duración: Algo menos de de dos horas.

Para asistir es necesario apuntarse en el correo osorio1958@gmail.com con tu nombre y teléfono o mandar un sms o wasap al 697 419 673.



¡Feliz Primavera!



El viento sopla con fuerza para llevarse los últimos fríos. La Primavera ha entrado en Madrid.
¡Feliz Primavera!

Foto: Álvaro Benítez



jueves, 19 de marzo de 2015

¿Por qué el bocata de calamares es típico de Madrid?



La tradición de comerse un bocadillo de calamares cuando uno va al centro de Madrid se extiende a finales de los años cuarenta, en una época en que algunos productos del mar como las gambas, los boquerones, o los calamares, empezaron a tener unos precios muy económicos en el mercado del pescado de la Puerta de Toledo.
Es posible que ya en los inicios del siglo XX existieran los bocadillos de calamares, pero no como una costumbre popular generalizada.
La receta de rebozar los calamares en harina y huevo viene precedida del famoso bacalao rebozado y este, por su parte, tiene su precedente en los buñuelos de bacalao que se vendían en todas las calles madrileñas en siglos pasados. 
En todo caso, el bocadillo en general es un producto muy demandado desde siempre en  la capital del reino, pues al ser un lugar de enorme tránsito de currantes y viajeros, productos como las empanadas y los bocatines servían para satisfacer el hambre de un modo rápido y económico.
Y aquí tenemos el monumento al bocata de calamares en el bar "El Brillante" de Atocha.


Fotos: C. Osorio.





martes, 17 de marzo de 2015

Hubo una Alhambra en el Paseo del Prado



En 1858, José Xifré, un industrial catalán que había prosperado en Cuba, compró unos solares en el madrileño Paseo del Prado para construir un sueño:
un palacio árabe en el centro de Madrid.


El fastuoso palacio, situado justo enfrente del Museo del Prado, fue edificado por el arquitecto Emile Boeswillwald, discípulo de Viollet-Le-Duc. Al parecer, el escritor francés Próspero Merimée fue quien puso en contacto al industrial con el arquitecto.


El palacio era de estilo nazarí con elementos neomudéjares, con clara influencia de la Alhambra de Granada.


A comienzos del siglo XX se convirtió en sede de la embajada de México, siendo embajador Manuel Yturbe. Luego pasó a ser propiedad del duque del Infantado.



Posteriormente fue un comercio de muebles y en la Guerra Civil quedó abandonado.


Una joya como esta hubiera merecido la protección arquitectónica adecuada, sin embargo, en 1949 fue adquirido por una empresa constructora (mejor sería llamarla empresa destructora) que lo derribó para vender el solar.


 El palacio Xifré corrió el mismo destino que otras varias decenas de palacios madrileños derribados sin contemplaciones.


En la imagen superior puede verse un cartel que anuncia: "Derribo, venta de materiales"
En el libro: "Los Palacios de la Castellana" de Ignacio González-Varas, de la Editorial Turner, se da cuenta del destino de algunos trozos del palacio:
Parte de la fachada del Palacio Xifré fue trasladada a un hotelito de La Losa de Riofrío, mientras que los aleros, varios artesonados y algunas puertas fueron comprados por los marqueses de la Deleitosa, que los trasladaron a una finca de su propiedad en Salamanca. La magnífica escalera se llevó a Chiloeches, en Guadalajara; los pisos de madera fueron adquiridos por la Embajada de Francia y trasladados a París; y el gran patio central, con sus columnas de mármol, fue adquirido por José Soto Hidalgo, quien lo instaló en su finca situada en el camino de Barajas. Hasta las ventanas fueron reaprovechadas, en este caso en la Escuela de Arquitectura de Madrid, donde permanecieron hasta su desaparición."


En su lugar se construyó el edificio de Sindicatos, hoy Ministerio de Sanidad.
Un edificio que tiene su mérito arquitectónico, aunque hubiera tenido mejor acomodo en la zona nueva de Madrid.






lunes, 16 de marzo de 2015

La Violeta


Una de mis tiendas imprescindibles es "La Violeta", en la Plaza de Canalejas nº 6.
Nadie que venga a Madrid debe marcharse sin probar sus caramelos de violeta.  

La familia Prado los prepara artesanalmente desde 1915, con violetas que florecen en la provincia de Madrid.


 También ofrecen las auténticas flores de violeta escarchadas, un producto delicadísimo.


 y aparte de las violetas, merece la pena probar sus hipnotizantes frutas glaseadas.

En Plaza de Canalejas nº 6. Metro Sevilla.