domingo, 28 de febrero de 2010

El viento


El Viento (Poema breve)













Toda la noche el viento
llamando a la ventana.
Sólo le abrí a la brisa
de la mañana.


Texto y foto: Carlos Osorio.

viernes, 26 de febrero de 2010

El habla madrileña. Con la B

Baba: borrachera
Bacalá: la mejor parte de un negocio o de una pieza de carne.
Badanas: débil, sin carácter.
Balconear: cotillear desde el balcón
Baldonas: insultos
Bandearse: salir de un apuro
Bandera: algo extraordinario
Baranda: jefe/ amante/ tipo espabilado
Barbi: persona graciosa, que cae bien.
Barrena: loco
Bastes: dedos
Bastonero: empleado del salón de baile que separaba a las parejas para que no se apretujaran más de lo permitido.
Barniz: dinero
Bata: madre
Bato: padre
Bateo: bautizo
Batuces: padres.

(Del "Libro del casticismo madrileño" Angel del Rio. Ediciones La Librería)

La Farmacia de la Beata


Fundada hace siglo y medio en la calle de San Bernardino, 11, de Madrid, la farmacia de la Beata cuenta en su techo con un mural de Daniel Zuloaga. Zuloaga pintó a la diosa griega de la salud, Hygea, con sus símbolos característicos: la serpiente y la copa.
(De Hygea viene nuestra palabra: higiene)
Esta farmacia tiene su historia:
Perteneció a la familia de María del Sagrario, que nació en 1881 en el pueblo toledano de Lillo, donde su padre era farmacéutico. María estudió farmacia, siendo la única mujer licenciada en su promoción (en clase eran 84 alumnos y una alumna). Regentó la farmacia durante diez años y, por consejo de su confesor se metió monja. Al poco tiempo llegó a priora del convento de carmelitas. En 1936 las monjas fueron expulsadas del convento y María fue fusilada en la pradera de San Isidro. Fue beatificada en 1998. Esta es la razón de que la famacia se llame "De la Beata".
Foto: C. Osorio.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Los murales de Daniel Zuloaga en el Salón Montano




Daniel Zuloaga y Boneta: Ceramista y pintor nacido en Madrid (1852-1921). Aprendió cerámica en París. Asistió a Clases en la manufactura de Sèvres. Ante la imposibilidad de hacer murales cerámicos en España, por falta de medios materiales, realiza tapices y pinturas al fresco. Finalmente consiguió montar un taller de cerámica en Segovia, en la antigua y abandonada iglesia de San Juan de los Caballeros (Hoy Museo Zuloaga. Si pasas por Segovia no te pierdas este alucinante museo).

Daniel, lo mismo que su sobrino Ignacio (que alcanzó mayor fama que su tío), adquirieron varios monumentos en ruinas con intención de restaurarlos, en una época en que el patrimonio histórico estaba abandonado a su suerte.

De Daniel son los murales cerámicos de la Escuela de Minas y la decoración del Palacio de Velázquez.

Los murales del salón Montano (C/ San Bernardino, 3, Madrid) decoran los techos y representan escenas de músicos tocando sobre las nubes. Están pintados al óleo sobre tela pegada a los techos.

Fotos: Carlos Osorio.

El Salón Montano













Una sala de conciertos del XIX: Paralelamente a la fabricación y venta de pianos, los Hijos de Montano establecieron una sala de conciertos a la que llamaron “Salón Montano”. Esta sala conserva sus valiosos murales, las columnas y las taquillas de venta de entradas. Actualmente es una buena tienda de decoración: “Rústika” (C/ San Bernardino, 3) cuyos dueños han cuidado y restaurado a sus expensas este valioso legado cultural.

Los murales son del gran pintor y ceramista Daniel Zuloaga (tío del pintor Ignacio Zuloaga) La mayoría están hechos al óleo sobre lienzos pegados al techo. También hay unas pinturas de estilo pompeyano sobre pared y un tapiz.

Las bonitas taquillas, hechas en madera y hierro, están pintadas de blanco y pueden verse al entrar en la tienda.



Fotos: Carlos Osorio

martes, 23 de febrero de 2010

La Fábrica de Pianos Montano

Tras el rastro de una antigua fábrica de pianos en el centro de Madrid.
Había oído hablar de esta antigua fábrica, de la que nadie parece saber gran cosa. Ni siquiera existen estudios o investigaciones históricas sobre una institución musical tan importante en el Madrid decimonónico. Pues bien, como un sitio así no merece caer en el olvido, me he acercado al lugar donde estuvo la Fábrica de Montano, en la calle de San Bernardino nº 3 con vuelta a Dos Amigos nº 4 (justo detrás del Edificio España).
Los edificios:
La fábrica se componía de varios edificios. El más antiguo parece ser una casita de dos plantas que da a la calle Dos Amigos, 4. Detrás de esta casita se levanta un soberbio edificio del XIX con una fachada en ladrillo de estilo neomudéjar. El edificio está coronado por una especie de espadaña con un reloj y donde pudo haber una campana. Este edificio no se vé desde la calle, por lo que he pedido permiso para fotografiarlo desde unas dependencias privadas. Tras largas décadas abandonado, el edifcio que albergó los talleres de construcción de los magníficos pianos Montano va a ser en breve transformado en un Centro de Día para Ancianos que va a montar el Ayuntamiento con dinero del Plan E de Zapatero. El otro edificio, el que hace esquina a San Bernardino, es un bonito inmueble de viviendas, construido a fines del XIX, donde además de viviendas estaban las oficinas, el muestrario de venta de pianos y el Salón Montano: la sala de conciertos que esta familia de melómanos había establecido para difundir la música clásica. El salón Montano está decorado con excelentes murales de Daniel Zuloaga y hoy está ubicada en él una buena tienda de decoración. En el ático del inmueble se ven, en un medallón, las iniciales de los Montano. Los edificios son obra de uno de los miembros de la familia: Ricardo Montano, que era arquitecto.
Los pianos:
La empresa Hijos de Montano ideó los pianos de tornavoz “Sistema Montano”, una creación propia. En la exposición celebrada en los palacios de Cristal y Velázquez, en el Retiro, en torno a 1883 recibieron dos primeras medallas. Los pianos expuestos eran además una belleza, como muestra la ilustración. La empresa adquirió gran popularidad al construir pianos verticales en grandes cantidades.
La fecha:
Había oído comentar que esta fábrica era de 1884. Sin embargo he encontrado diversas fuentes que contradicen esta fecha. La revista “La Ilustración Española y Americana” (año XXVII, núm. 45) de 1883 afirma que la fábrica se fundó en 1838. La web del gran musicólogo Joaquín Díaz confirma esa fecha de 1838. Adenás he encontrado una foto de un piano fabricado en 1862. Por tanto, la fábrica se fundó en 1838, y fue su creador D. Alfonso Vicente Montano.
La otra fábrica madrileña de pianos del XIX fué Hazen, creada en 1814 por el holandés: Juan Hazen Hosseschrueders, que estuvo cerca de aquí, en Fuencarral y hoy continúa en la calle Arrieta, aunque ya no fabrican pianos.

La asociación Madrid Ciudadanía y Patrimonio ha redactado un valioso y completo informe sobre los valores patrimoniales e históricos del Salón Montano, que puedes ver aquí.




fotos: Carlos Osorio.

viernes, 19 de febrero de 2010

Café de Oriente


Fundado en 1983 en la Plaza de Oriente nº 2.
El edificio en el que se encuentra fue construido en el solar del desaparecido Convento de San Gil (del Siglo XVII). El restaurante, llamado Sala de las Bóvedas, está situado en la cueva ocupando dependencias que pertenecieron a este antiguo convento.
El actual edificio es un sobrio y elegante inmueble del siglo XIX con fachada curva a la plaza de Oriente.
El cura Luis Lezama, su creador, buen vasco de origen y buen madrileño de adopción, es un gran amante de las tradiciones madrileñas. Lezama, desde su puesto de tabernero ilustre, ha venido realizando una gran labor social de ayuda a personas necesitadas. El fué quien abrió en el 74 la Taberna del Alabardero. En el café de Oriente se han celebrado tertulias literarias y taurinas. Por cierto, los miércoles, a las ocho de la tarde, hay cuenta-cuentos para adultos. A veces, los gorriones de la plaza entran a picotear las migajas que hay en las mesas o en el suelo, constituyendo un delicioso espectáculo.
El restaurante dispone de un menú a precios razonables los dias de diario. La oferta de tapas, raciones y bollería en la barra deja mucho que desear. Debería estar un poco más cuidada, en consonancia con un local de esta categoría. A la izquierda del café de Oriente se encuentra otra sucursal del mismo: “la Botillería”, en cuya cueva hay un cristal que permite ver un trozo de la muralla de Madrid.
Foto: Carlos Osorio

jueves, 18 de febrero de 2010

Casa Paco



Casa Paco, en Puerta Cerrada, es una de nuestras tabernas más añejas y carismáticas. Abierta en 1870, fue reformada en 1933. Francisco Morales, Paco, era un castizo jovial y genial que aficionó a Hemingway y Ava Gardner al buen vino de Valdepeñas y a los pepitos de ternera (todavía reciben el vino de las mismas bodegas Antonaya y siguen siendo expertos en buena ternera). Paco revitalizó la tradición del Entierro de la Sardina, que partía de la puerta de su tasca, como ilustra esta foto de los primeros años 80.
Tras el precioso mostrador de nogal labrado, los mozos, vestidos a la usanza de la tabernería clásica, despachan chatos de Valdepeñas y pinchos de queso o chicharrones.

Foto 1: C. Osorio
Foto 2: Luis Agromayor.

miércoles, 17 de febrero de 2010

El entierro de la sardina


Al término del Carnaval, llegaba la época de abstinencia, la cuaresma, en la que no se podía comer carne. Por eso, en el siglo XVIII llegó a Madrid un cargamento de sardinas para abastecer los mercados, con la mala fortuna de que el pescado, a causa del largo viaje en los carros, estaba que daba pena verlo y aún más olerlo. Las autoridades ordenaron que se enterrasen aquellos pescados en la Casa de Campo. El pueblo madrileño, que estaba de cachondeo por las calles, decidió acompañar el "cortejo fúnebre" y mientras los operarios enterraban el pescado la gente bailaba y bromeaba. Se lo pasaron tan bien que al año siguiente repitieron la ceremonia y enterraron una sardina junto a la fuente de la Teja (hoy desaparecida).
Esta es la hipótesis más extendida sobre el origen de la tradición. Según otros autores, lo que se enterraba era un costillar de cerdo, que en el lenguaje coloquial se denominaba "sardina" y con ello se quería simbolizar la prohibición de comer carne.
Durante el franquismo se prohibieron las fiestas populares y, entre ellas, los carnavales; sin embargo Francisco Morales, el dueño de la taberna Casa Paco logró un permiso para celebrar el entierro de la sardina. Así, tal día como hoy, miércoles de ceniza, un grupo de madrileños se reunía junto a Casa Paco vestidos con capa y sombrero, e iban en peregrinación hasta la Fuente de los Pajaritos, en la Casa de Campo, donde entre bromas, cánticos y tragos de la bota de vino, enterraban a la sardina. Todavía hoy continúa esta curiosa tradición, protagonizada por "La Alegre Cofradía del Entierro de la Sardina"
Cuadro: El Entierro de la sardina. Goya.

viernes, 12 de febrero de 2010

Moviéndonos, conseguimos cosas


Moviéndonos conseguimos cosas

1-La Reforma del Túnel de Bonaparte

En Enero, Jesús, del blog Pasión Por Madrid denunció la destrucción de la rocalla y el jardín que rodeaban el Túnel de Villanueva, llamado Túnel de Bonaparte, en la salida del Campo del Moro. A esta denuncia nos sumamos Mercedes, de Arte de Madrid y un servidor, e hicimos lo posible porque se escuchara en diversas instancias conservacionistas. Ahora acaba de salir la licitación municipal para acometer la reforma del túnel. A ver qué tal lo dejan. Desde luego, la destrucción ya está hecha y dado el gusto por el hormigón de los arquitectos municipales no creemos que vaya a quedar igual ni parecido, pero, del mal, el menos.

2-La Reforma de la Escuela de Cerámica

La magnífica escuela de Cerámica del Parque del Oeste estaba a punto de ser cerrada debido a sus deficiencias y a su estado de abandono. Es notorio el desinterés de las actuales administraciones culturales hacia las artes y tradiciones populares. La acción de "Madrid Ciudadanía y Patrimonio" consiguió llamar la atención del Ayuntamiento sobre el desastroso estado de la dicha escuela y ahora van a acometer la reforma, destinando a ello una partida de dinero del Plan E de Zapatero.

3-El Palacio del Infante Don Luis en Boadilla no sufrirá alteraciones

El Palacio de Boadilla iba a ser modificado por su nueva propietaria, la SGAE. La Acción de la coordinadora Salvemos el Palacio de Boadilla, dirigida por nuestra amiga Paloma, llevó el caso a los tribunales y les han dado la razón. Este bien histórico de los madrileños no podrá ser modificado.

4-El Campo de Golf del Canal

El jardín del Canal de Isabel II, junto al parque de Santander, fue invadido por un enorme campo de golf que, además de feo, ocupaba un terreno que iba a ser destinado a que jugaran los niños y paseáramos todos los vecinos. La Asociación de Vecinos de Chamberí llevó el caso a juicio y les han dado la razón: Esa obra es ilegal.

5-La Quinta de Carabanchel.
Mercedes, autora del blog Arte de Madrid, en unión de otras personas llamó la atención de la Comunidad de Madrid sobre el estado de abandono en que se encuentra la Quinta de Carabanchel. Ahora la Comunidad está estudiando su declaración como Bien Cultural.

6-El Frontón Beti-Jai
La acción continuada de la coordinadora Salvemos el frontón Beti Jai ha contribuido sustancialmente a que por fin el Ayuntamiento haya decidido acometer las obras de consolidación de edificio. Enhorabuena a quienes tanto han luchado por este frontón emblemático.

7-Los cines Luna reabrirán
La Asociación de vecinos ACIBU, ha pedido reiteradamente que los cines Luna conservaran su uso cultural y no se convirtieran en centro comercial ni en discoteca. Su voz ha contribuido a que ahora vuelvan a iluminarse las pantallas del cine.
8-No se podrá construir en el parque de La Cornisa
Gracias a los vecinos de La Cornisa, los jueces han dictado sentencia: No se podrá construir en el parque de la Cornisa.

Foto: Palacio de Boadilla (Asoc. Amigos del Palacio)

miércoles, 10 de febrero de 2010

Antonio Sánchez

Taberna de Antonio Sánchez

Conocí esta fabulosa taberna, la más representativa de nuestras tabernas históricas, en los años setenta. Aún existía la costumbre de aceptar meriendas de la calle. Los vecinos se traían su pan y su chorizo y pedían su media frasquita de vino. Todo el mundo hablaba con todo el mundo, una buena tradición de las tascas madrileñas. Lola, hermana de Antonio Sánchez hijo, regentó el negocio hasta 1979, año en que se jubiló Tasio, el encargado.La taberna estuvo en un tris de desaparecer. Afortunadamente, algunos madrileñistas geniales como Luis Carandell, José Luis Pécker y otros, unieron sus esfuerzos y lograron su reapertura. Hoy la regenta Curro, que ha sido torero antes que tabernero.

La taberna de Antonio Sánchez fue primero una bodega y en 1830 se convirtió en taberna. En 1870 perteneció al picador Matías Uceta “Colita”. Más tarde pasó a manos del diestro Cara Ancha. En 1884 la compró Antonio Sánchez Ruiz, un entrador de vinos natural de Valdepeñas.

En la propia taberna nació su hijo Antonio, quien de niño jugaba al toro en la vecina plaza de Tirso de Molina. La afición del joven Antonio le llevó a tomar la alternativa en 1922, de la mano de Ignacio Sánchez Mejías. La cabeza del toro de su alternativa, llamado Fogonero, se halla disecada junto a la puerta de la entrada.

El torero Antonio Sánchez fue un valiente y terminó como un queso Gruyere, con nada menos que veinte cornadas. La última, en 1929, le dejó postrado durante 26 meses. Como el convaleciente no podía estarse quieto, comenzó a pintar. De ahí su amistad con el pintor Zuloaga, quien por cierto hizo en esta tasca su última exposición.

Dicen que Antonio Sánchez no llevaba nunca dinero encima. El tabernero torero y pintor era tan popular que en todas partes le invitaban. Antonio nunca se casó. Desde que murieron sus padres, decidió vestir siempre de negro.

La gran personalidad de Antonio atrajo a sus tertulias a gente como Pío Baroja, Sorolla, Marañón, Julio Camba, Vázquez Díaz y Cossío.

En el sótano hay unas enormes tinajas de barro de Colmenar de Oreja. Para poder introducirlas, hubo que horadar la calle y hacer una rampa hasta el sótano.

Durante mucho tiempo se vendió un vino especial que llamaban “de la cuba del francés” y que se extraía de una de las grandes tinajas de la cueva, la que lleva el número seis. Cuenta la leyenda que, en plena guerra de la independencia, los vecinos mataron a un soldado de Napoleón. Para evitar represalias, lo escondieron en una de las cubas de vino que, a partir de entonces, adquirió un “bouquet” extraordinario. Y es que los franceses siempre han tenido mucha mano para hacer buenos vinos.

Antonio Sánchez está en la calle Mesón de Paredes nº 13. (Metro Tirso de Molina)
Cierra los lunes.

Foto 1: C. Osorio
Foto 2: J. C. Siegrist

martes, 9 de febrero de 2010

Las mil y una noches

Entrar en Tapicerías Peña, en la Gran Via nº 15, es como entrar en un cuento oriental, donde en cualquier momento nos puede pasar por encima una alfombra voladora. Todo se conserva prácticamente igual que en 1926, cuando un familiar de los joyeros Aldao abrió esta tienda de tejidos, hoy centrada en las alfombras y los cojines. Los alérgicos al polvo deben abstenerse ya que el actual dueño es, a su vez, alérgico a las escobas y las aspiradoras.

Foto: C. osorio.

domingo, 7 de febrero de 2010

La pila de Santo Domingo



Santo Domingo de Guzmán nació en 1170 en Caleruega, Burgos. La pila de dicha iglesia de Caleruega ,en la que fue bautizado el santo , fue llevada por Felipe III a Valladolid para bautizar a su hijo Felipe IV. Labrada en piedra blanca, fue revestida de plata con adornos de oro que representan las armas reales y escudos de la orden dominica. Desde entonces es tradición que los miembros de la familia real española sean bautizados en esta pila, que todavía se sigue llevando a la Zarzuela cuando nace algún hijo del Príncipe o de las Infantas. De Valladolid, la pila vino a Madrid, al convento de Santo Domingo. Aquí permaneció hasta que en 1869 el convento fue derribado. En 1879 se hizo un nuevo convento en la calle de Claudio Coello nº 112. El nuevo convento, obra de Vicente Carrasco, es el destinatario actual de dicha pila bautismal.

Río arriba.

Paseando por El Pardo, junto al río Manzanares.
Uno de mis paseos preferidos es el que comienza en Somontes y termina en la presa de El Pardo, siguiendo el curso del Rio Manzanares.
No hace falta coche para llegar hasta allí, puede llegarse en bici o en bus (el 601 sale de la plaza de Moncloa)
En la parada de Somontes, bajamos unos metros hasta el rio y caminamos rio arriba. Pasamos bajo el puente de la via. Bordeamos luego el pueblo de El Pardo. Al llegar al puente que cruza el rio y sube hacia el Cristo del Pardo, cruzamos dicho puente y continuamos por la margen izquierda del rio. Seguimos hasta la presa. Luego retrocedemos cien metros por el mismo camino y cruzamos un estrecho puente para volver por la margen derecha del rio. Si a mano viene, nos podemos tomar algo en El Pardo y volver desde allí, o bien continuar hasta el punto de partida.
Fotos: C. Osorio.


viernes, 5 de febrero de 2010

La estatua de Pedro I


Bien, como te decía, hay en Madrid varios vestigios del desaparecido convento de Santo Domingo. Uno de ellos es la estatua orante de Pedro I el Cruel. Esta estatua formaba parte del sepulcro y sobre ella hay una leyenda:
La leyenda:
Este rey de carácter iracundo y acostumbrado a quitarse de enmedio a todo el que le molestaba, pretendía en cierta ocasión saltar la tapia del convento de Santo Domingo, para interesarse por alguna dominica de cuya belleza había tenido noticia. Un cura le detuvo junto a la tapia del convento y le recriminó por sus lujuriosas intenciones. Pedro I, por toda respuesta, lo asesinó de una puñalada.
Cada vez que el rey pasaba cerca del convento, una sombra le seguía. Hasta que un dia, Pedro se volvió y se encaró con la sombra:
-¿Quien sois y qué queréis?
-Si queréis saber quién soy acudir conmigo hasta el pozo. (Ya hemos descubierto los restos del pozo en la entrada anterior).
-Junto al brocal del pozo, la sombra se convirtió en el cuerpo del fraile asesinado.
-Soy el clérigo a quien dísteis muerte porque recriminé vuestra intención de quebrantar la clausura de las monjas. Quiero anunciaros que vuestro propio hermano os dará muerte con el mismo puñal con que me matásteis a mi, y que seréis piedra en Madrid.
Lo de que su hermano intentase matarle se la traía al fresco, ya que él se sabía defender; pero lo de "Ser piedra en Madrid" le dejó intrigado.
Poco tiempo después se cumplió la profecía. Pedro murió a manos de su hermano. Enterrado primeramente en La Puebla de Alcocer, su nieta doña Constanza, que era abadesa de Santo Domingo, mandó traer el cadáver y le hizo un sepulcro sobre el que se colocó una estatua. La estatua yacente se cambió por otra orante en tiempo de los Reyes Católicos, en 1504. Al ser demolido el convento, en 1869, la estatua junto con otras esculturas y diverso mobiliario, pasó al Museo Arqueológico Nacional.
Foto: Luis García (Wikipedia)

jueves, 4 de febrero de 2010

Buscando el Pozo de Santo Domingo


El Pozo de Santo Domingo el Real de Madrid
-Había oído hablar de la posibilidad de que aún se conservara el pozo de Santo Domingo. Hojeando libros en la Biblioteca Histórica, encontré que había una mención a este pozo y que podría conservarse en el patio de un edificio en la calle Campomanes.
Cogí la camarita de fotos y me fui a dar una vuelta para ver si era cierto.
-El convento de Santo Domingo, junto a la plaza del mismo nombre, se fundó en 1212 y fue lamentablemente destruido tras la desamortización de Mendizábal en 1869.
-Según la tradición popular fue el propio Santo Domingo de Guzmán quien mandó abrir el pozo de este convento y luego lo bendijo. Por esta razón, las gentes atribuyeron al agua de este pozo propiedades salutíferas. Junto al brocal se sitúa la leyenda del fraile que se apareció a Pedro I el Cruel.
En 1808, los soldados de Napoleón, entre otras tropelías destruyeron el brocal del pozo, pero el pozo siguió existiendo. En 1840 se construyó un nuevo brocal para el pozo similar al anterior: un simple cilindro de granito.
-Al derribarse el convento, se urbanizó la zona. Una de las nuevas calles creadas fue la de Campomanes y, al hacer uno de los edificios, decidieron respetar el pozo, que quedó enclavado en el patio.
-No tenía mucha fé de encontrar nada. A fin de cuentas, cuando vas en busca de un pozo del siglo XIII, del que nadie habla ya, no te haces muchas ilusiones.
-Llegué al número tres de la calle de Campomanes, donde supuestamente se habría conservado el pozo. Eché un primer vistazo y me llevé una decepción. No había pozo en el patio.
Rápidamente salió un vigilante y me pidió que me fuese y me prohibió sacar fotos.
Volví al cabo de un rato por si el vigilante estaba más relajado, pero no. El portal tenía varias cámaras y en cuanto puse un pie en él, salió el guardia con cara de pocos amigos. Mantuvimos una discusión. El me decía que no podía hacer fotos ni siquiera desde la calle. Yo le recordé que la calle no era suya.
Volví por tercera vez pasados unos minutos. Entonces creí ver algo en la pared del patio, a unos dos metros del suelo. Me agaché e hice la foto, justo a tiempo, porque el cancerbero ya se estaba poniendo frente a mi para impedirme hacer fotos. ¡bueno, por lo menos había conseguido lo que quería! ¡Sí, allí estaba, era el brocal del pozo!
-Probablemente el agua del pozo dejó de ser potable a lo largo del siglo veinte y tal vez, como ha pasado con otros pozos, los vecinos los cegaran porque olían mal o porque podían aparecer roedores diversos a través de ellos. El brocal continuó allí hasta que en una reciente reforma los arquitectos decidieron hacer una "originalidad" con él. Lo colgaron en la pared, a cierta altura y lo convirtieron en macetero, plantando en él varias plantas.
-Pues bien, esta es la situación actual del pozo de santo Domingo, del que como hemos visto, solo queda el brocal de granito de mediados del XIX.
-Otros vestigios del desaparecido convento se conservan en Madrid: la pila bautismal, la estatua de Pedro I, y los sepulcros de las infantas. Pero eso lo dejamos para otro día.
Fotos: C. Osorio









miércoles, 3 de febrero de 2010

El Arroyo Meaques


Este pequeño arroyo, afluente del Manzanares, nace en Alcorcón, bordea la Ciudad de la Imagen, atraviesa luego el Zoo, aporta agua al lago de la Casa de Campo y desemboca en el Manzanares, al sur del Puente del Rey.
Sabatini construyó cinco puentes en épocas en que el arroyo era más caudaloso. De estos se conservan tres: el de la Agachadiza, el del Álamo negro ( o del Batán) y el de la Culebra.
Es probable que el nombre de Meaques proceda del latín. Algunos lo atribuyen a la cercanía de una mansión romana llamada Miaccum.
En los sesenta, los vertidos incontrolados lo convirtieron en una cloaca abierta. Ahora el agua ya no baja turbia, pero sigue bastante contaminada según recientes análisis. Uno espera que llegue algún dia en que la salubridad de los rios madrileños entre en las agendas administrativas.
Siempre es un paseo agradable caminar junto a este arroyo desde el Lago hasta el Zoo, entre platanos, fresnos, chopos y olmos, disfrutando de la variada avifauna de la Casa de Campo.
Foto: C. Osorio.

lunes, 1 de febrero de 2010

El arte de helarte

Las temperaturas más bajas de las últimas décadas han propiciado la formación de pequeñas esculturas de hielo. En la Sierra de Guadarrama, a medio camino entre el Puerto de Canencia y el Puerto de La Morcuera, los carámbanos de hielo reproducían estalactitas, estalagmitas y otras formas caprichosas. Fotos: C. Osorio