lunes, 29 de febrero de 2016

Iglesias de Madrid, Segunda Edición.



Acaba de salir la Segunda Edición del libro: "Iglesias de Madrid"
de Carlos Osorio y Álvaro Benítez
Un libro para descubrir las joyas artísticas más sorprendentes y menos conocidas de Madrid.
Gracias a todos por la buena acogida que ha tenido.


Iglesias de Madrid es el resultado de un intenso trabajo a lo largo de los últimos cuatro años. Hemos tratado de acercar el arte que encierran los templos madrileños, algunos de ellos casi desconocidos, con un lenguaje comprensible, clasificándolos por sus estilos más representativos y estableciendo unas rutas para visitarlos. Todo ello ilustrado con las impactantes imágenes de Álvaro Benítez. 
La editorial ha hecho un gran esfuerzo para que un libro como este, con 381 páginas ilustradas a todo color, haya podido salir a un precio bastante accesible: 23, 90 €
El libro está disponible en:
“Ediciones La Librería” C/ Mayor, 80, Madrid. Y pronto en cualquier librería madrileña.
También puede adquirirse por internet.


Conoceremos el trabajo de los alarifes mudéjares, desconocidas obras del gótico y el renacimiento como la Capilla del Obispo, pero sobre todo nos sorprenderá el riquísimo patrimonio del Barroco, un estilo que en Madrid tuvo una personalidad propia.


Desde los estilos clásicos al historicismo y el funcionalismo, el libro nos da a conocer más de cien iglesias de Madrid.


Además, se recogen las devociones populares más arraigadas, los ritos y tradiciones que el sentir religioso de las gentes ha perpetuado en los templos madrileños. Historias y anécdotas, devociones y vivencias, milagros y misterios,… nos ayudan a comprender el continente y el contenido de los templos que vamos visitando.


Si el lector es inquieto y andariego, como la santa de Ávila, disfrutará con un original recorrido que puede hacer de dos maneras: leyendo cómodamente en su butaca favorita o caminando por la ciudad, de iglesia en iglesia, dejándose guiar por nosotros.


Tenemos muy claro que la historia de nuestras iglesias es parte fundamental de la historia de Madrid.


“Iglesias de Madrid”

Texto: Carlos Osorio García de Oteyza.
Fotografías de Álvaro Benítez Álvez.

Ediciones La Librería

15x22,5 cm. 384 páginas. Rústica con solapas.
ISBN: 978-84-9873-262-7

Precio: 23,90 €

sábado, 27 de febrero de 2016

¿Quién teme al tiempo feroz?




¿QUIÉN TEME AL TIEMPO FEROZ?

Estas eran las predicciones meteorológicas para Madrid a comienzos de la semana: ¡nieve, 85 % probabilidades! El mal tiempo fue la conversación favorita durante toda la semana. Algunos se quedaron hoy en casa forrados de mantas. Otros salieron a la calle. Hacía fresquito pero también hacía sol. 
Comoquiera que la Agencia de Meteorología suele preferir para los fines de semana las hipótesis de mal tiempo, tenemos dos opciones:
Hacerles caso, o salir a pasear y hacer nuestros planes y no perder ocasión de DISFRUTAR DE MADRID.


Día lluvioso



Foto: Álvaro Benítez.


jueves, 25 de febrero de 2016

Bailando el schotis en la plaza de Isabel II



Da gusto ver a la gente bailando, en cualquier sitio; pero en la calle tiene un encanto especial.
Estos paisanos bailan el chotis, un baile madrileño donde los haya.


Madrid, Madrid, Madrid, pedazo de la España en que nací....


Y la plaza comienza a girar al compás de la música y por un momento me parece que Isabel II se ha bajado del pedestal para marcarse un chotis...


Fotos C. Osorio.


miércoles, 24 de febrero de 2016

La Escuela de Hostelería del Padre Llanos



A sugerencia de Paco Gómez, un grupo de miembros de la Tertulia de Madrid hicimos una expedición gastronómica para conocer la Escuela de Hostelería del Padre Llanos, en El Pozo del Tío Raimundo.


La escuela está cerca de la estación de cercanías de El Pozo. Sus instalaciones son muy sencillas pero resultan acogedoras. De lunes a viernes hay un menú confeccionado por los alumnos de la escuela que viene a costar unos 15 euros.


Nosotros tomamos un consomé con foie,


Salmón, Solomillo Wellington, vino tinto de la casa,


Y un postre de frutas con helados.


Luego hicimos una inspección por las cocinas que estaban limpias como una patena.


En fin, un sitio interesante para conocer, eso sí, con reserva previa. Aquí están los datos:

Escuela de Hostelería del Sur

C/ Martos, 15- 28053 MADRID
Telefono: 91 785 89 55





martes, 23 de febrero de 2016

El Centro de Investigaciones Biológicas, de Fisac



Siempre me llamó la atención este edificio. Recuerdo que de pequeño me fascinaba el señor de bronce que parece sujetar la fachada, lo mismo que ese balconcillo tan osado que se asoma a la azotea.
Fue Miguel Fisac quien construyó este armonioso y proporcionado edificio entre 1949 y 1956, para el Centro de Investigaciones Biológicas.
Está situado en la esquina de Joaquín Costa, 34 con Velázquez, 144.


El señor de bronce que da vida a la fuente que hay al pie del edificio es obra de Carlos Ferreira, un escultor con marcada personalidad que tiene varias obras en el paseo de La Castellana.


La guía del COAM nos dice que Fisac planteó dos cuerpos simétricos para estos laboratorios unidos a la torre central de fachada cóncava. Aparte del jardincillo exterior existe un jardín interior.
El exterior está influenciado por el organicismo de la arquitectura escandinava. Fisac ultiliza el ladrillo de cara inclinada, de invención suya. Los huecos contrapeados de la fachada curva se equilibran diagonalmente con el balconcillo volado.


lunes, 22 de febrero de 2016

Mitologías en los cielos de Atocha



Foto: Choniron (Paroramio.com)

El caminante pasea por Atocha y observa que en lo más alto de la estación ferroviaria se posa una temible quimera.
La Quimera era un peligroso animal mitológico que devoraba hombres y rebaños. Tenía cuerpo de cabra, cabeza de león, cola de serpiente, y aliento de fuego. Muchos intentaron acabar con ella; pero a todos los vencía pues era inmune a todo tipo de armas. 



Entonces aparece en escena Belerofonte, que va a recibir el encargo de acabar con la Quimera.
Belerofonte había sido acusado falsamente de intentar seducir a la mujer del rey. En realidad era ella quien intentó seducirle, pero al no conseguirlo le denunció.
El rey le manda a la lucha con la Quimera sabiendo que no tiene escapatoria y que el monstruo acabará con el héroe.
Entonces aparece en escena Atenea, que regala a Belerofonte un caballo volador llamado Pegaso.


Belerofonte, a lomos de Pegaso, consigue sobrevolar por encima del monstruo, que al verle echa una llamarada por la boca. El héroe sabe que la lanza no puede herir a la bestia; pero aprovecha que  tiene sus fauces abiertas e introduce allí su lanza de plomo. El plomo se derrite al instante y el metal candente asfixia a la Quimera matándola.

Cuando en 1883 el arquitecto Alberto de Palacio colocó dos pavorosas quimeras encima de la estación de Atocha, no tenía ni idea de que en 1905 otro arquitecto le iba a seguir el juego.
Ricardo Velázquez Bosco colocó en 1905 dos caballos alados, dos espléndidos pegasos, sobre el Ministerio de Agricultura.


La lucha mitológica continúa en los cielos de Atocha.




sábado, 20 de febrero de 2016

Where are you from?



Dos jóvenes mormones. Vienen a predicar desde muy lejos; pero entre prédica y prédica disfrutan de una ciudad que no conocían y que no se imaginaban.

Un lejano día, en su madurez, recordarán este viaje y dirán:
¡Cómo nos lo pasamos en Madrid!

Foto: Álvaro Benítez



jueves, 18 de febrero de 2016

Restaurante "El Cocinillas"



"El cocinillas" es un restaurante de Malasaña que reúne una decoración agradable, buen trato de los camareros y una cocina original, hecha con atención y con esmero


Si a ello añadimos que los precios mantienen un nivel bastante razonable, se comprende que sea difícil encontrar mesa en este lugar.
Ricos mejillones con salsa de curry (sin que la salsa disfrace su sabor)...


Platos de fusión oriental como su "cus-cus" y el "tajine"
Y otras bien trabajadas viandas como las flores de calabacín, la berenjena con mozzarella, las alcachofas con vinagreta, la lubina, la carrillera...y una combinación realmente exquisita: bacalao con manitas deshuesadas.


El Cocinillas. C/ San Joaquín, 3. Tfno: 91 523 29 60


Fotos: C. Osorio.





miércoles, 17 de febrero de 2016

Brígida, la barbuda



Dentro de los tesoros ocultos del Museo del Prado se halla el cuadro: "La barbuda de Peñaranda" de Juan Sánchez Cotán.
Este cuadro del Prado no se muestra al público, como tantos otros, y eso hace que sea desconocido para la mayoría.
Brígida del Río, mujer que lucía unas hermosas barbas, como bien puede apreciar el lector, fue muy popular a finales del siglo XVI, y posó para varios pintores. Además, aparece en viarias obras literarias de su época, como el "Guzmán de Alfarache". Ninguna existencia es fácil, pero la suya no lo debió ser en demasía.
El cuadro de Sánchez Cotán decoró la Quinta del Duque del Arco, en El Pardo.


martes, 16 de febrero de 2016

El escudo de Madrid a través del tiempo



Existe la creencia (un tanto legendaria) de que el primitivo blasón de Madrid, antes del siglo XIII, estaba formado por una piedra que surgía del agua. Además, habría tenido estas dos frases:
"Fui sobre agua edificada, mis muros de fuego son"
Leyendas que aludían a la abundancia de agua, por un lado, y a las murallas de pedernal que producían chispas y fuego al contacto con los proyectiles.


A comienzos del siglo XIII, los madrileños tienen como emblema un oso pasante (o una osa a cuatro patas) que representa a la constelación de la Osa Menor.



En 1222, se añade un árbol, un madroño, y la figura del oso pasa a estar de pie (en posición rampante)

Fue Carlos V quien otorgó al escudo de Madrid la corona real, recordando nuestra condición de Villa, es decir, de ciudad bajo el señorío del rey.


En 1859, el Ayuntamiento constitucional decidió incorporar al escudo de Madrid un dragón alado. Se trataba de recordar al dragón que aparecía esculpido en piedra sobre una de las principales entradas a Madrid, la Puerta Cerrada, que estuvo en el inicio de la calle de Segovia.


Finalmente, a mediados del siglo XX se decidió suprimir el dragón del escudo, pues no había base histórica para sostener que el dragón hubiera tenido una significación importante en la historia madrileña.
El escudo oficial de Madrid tiene el oso (u osa) y el madroño, con las siete estrellas y la corona regia.








lunes, 15 de febrero de 2016

¿Por qué hay un oso y un madroño en el escudo de Madrid?



En 1212, los madrileños que acudieron a combatir en la batalla de las Navas de Tolosa, llevaban como emblema en su bandera un oso (o una osa) en actitud pasante (apoyado sobre sus cuatro patas).
Según se cree, esta osa representaba a la constelación de la Osa Menor. De ahí las siete estrellas del escudo municipal y también de la bandera autonómica. Por otra parte, el oso era aún un animal relativamente habitual en los grandes bosques madrileños.

En 1222, el Ayuntamiento y la Iglesia concluyeron un pleito sobre el uso y disfrute de los pastos y los árboles que rodeaban a Madrid. A la iglesia le tocaron los pastos, y al Ayuntamiento los árboles, sus frutos y la caza que hubiese en los bosques.
Además de producir frutos, los árboles significaban la principal fuente de energía en aquel tiempo (madera y carbón vegetal) y eran un elemento básico para la construcción.  El concejo madrileño se alegró mucho al conseguir el usufructo de los árboles e incorporó un árbol con sus frutos al escudo.
El oso (u osa) pasó a estar de pie (en actitud rampante)

Pero...¿se trata de un oso o de una osa?
Indistintamente. De las dos formas es correcto. 
En unos documentos se habla de un oso y en otros de una osa.
En tiempos pasados era habitual referirse a los osos en femenino. Se decía: "He visto una osa" independientemente de que fuera macho o hembra. Lo mismo pasaba con algún otro animal como la zorra, la cigüeña, la abeja...que en nuestra lengua y literatura se usan casi siempre en femenino independientemente de que sean macho o hembra.





domingo, 14 de febrero de 2016

Visita guiada: La dulzura de Madrid, pastelerías y chocolaterías



Visita guiada: La dulzura de Madrid, pastelerías y chocolaterías.


Domingo 21 de Febrero a las 11:00 horas


Cita: Metro Sevilla salida a C/ Sevilla. 

En esta nuevo paseo vamos a conocer la historia y las anécdotas más sorprendentes de nuestras pastelerías centenarias. Sabremos cuales son los dulces más típicos de Madrid. Conoceremos la importancia del chocolate en nuestra ciudad desde su descubrimiento por Hernán Cortés.
Hablaremos del calendario de dulces madrileños, una ciudad donde cada festividad tiene su dulce asociado.
Contaremos anécdotas y curiosidades de las calles por donde paseamos.

Duración 2 horas. Precio: 10 €. Termina cerca de la Plaza Mayor.
Para asistir hay que apuntarse en el correo:
osorio1958@gmail.com
con tu nombre y número de teléfono, o bien un whatsapp al 697 419 673.





jueves, 11 de febrero de 2016

La vida que da una guitarra



Una mañanita de Madrid, aparece una guitarra, suenan palmas, y la gracia se apodera de la calle.
Baila la señora, baila el perro,
¿Y tú? 
¿Qué sientes cuando suena una guitarra?

Foto: C. Osorio.


miércoles, 10 de febrero de 2016

Bar Rocamar




Rocamar: el bar de los Chamberoskis y los Rechupetes

Hablamos hoy de un pequeño y animado bar de la calle Santa Engracia, a medio camino entre Alonso Martínez y la plaza de Chamberí. Tiene fama de ser el bar donde desayunan los chamberileros que saben lo que es bueno.
Rocamar abrió en 1967. Aquí hacen los churros y porras en el momento. Digamos que los churros están hechos como debe ser: duritos por fuera y bien escurridos, no aceitosos.



Sus especialidades son los chamberosquis y los rechupetes. ¿Que de qué estoy hablando? 
Pues de dos joyas de la gastronomía del barrio.
 Los chamberosquis son unos churros rectos y gorditos. 
Los rechupetes son porras abiertas por la mitad, azucaradas y regadas con un chorrito de aguardiente de hierbas. 
Los rechupetes, antiguamente llamados ranitas, eran el desayuno de los cazadores madrileños que, antes de salir de casa, desayunaban este poderoso estimulante que les hacía inmunes a la dureza del monte.

C/ Santa Engracia, 27






martes, 9 de febrero de 2016

Las timbas de cartas en tabernas y tugurios




En siglos pasados, en la Puerta del Sol y la calle Mayor había ganchos o muñidores a la caza del paleto. Lo convencían de ir a una taberna y lo metían en una timba de cartas donde todos estaban conchabados. 
Por señas, se iban diciendo unos a otros lo que tenía, mientras los maulleros, si podían, le iban quitando lo que llevaba encima.
Había modorros, que simulaban dormir en un rincón y que abrían levemente el ojo para ver las cartas que llevaba el ingenuo jugador. 
Algunos randas relevaban a sus compañeros cuando alguien, en una larga partida, llevaba las de ganar.
Otros cambiaban las velas que se apagaban y vaciaban los orinales de los jugadores que durante horas tenían que permanecer al pie del cañón.
Tahúres, facinerosos, hampones y otras gentes de semejante laya tenían sus trucos para ganar siempre en las cartas.
Dar un raspadillo era hacer una ligera marca imperceptible a la vista con la uña.
Dar un astillazo: era meter solapadamente una carta en la baraja.





lunes, 8 de febrero de 2016

Bienvenidos, señores Embajadores!



Cada vez que un nuevo Embajador viene destinado a Madrid, se le hace una recepción en el Palacio Real.


Montado en un elegante carruaje de tiros largos, y escoltado por la Guardia Real, el nuevo Embajador hace un viaje a través del tiempo para llegar al mejor palacio de la Europa Occidental.


Allí será tratado a cuerpo de rey, y así, cuando nuestros diplomáticos traten con él, el nuevo Embajador estará de muy buen humor.
Tal vez incluso se dedida a comprarnos algún avioncillo o algún tren de los que fabricamos aquí.


Es la ventaja y es la belleza del protocolo histórico bien hecho y bien llevado.



Fotos: C. Osorio.


sábado, 6 de febrero de 2016

El patrimonio oculto de Madrid


Foto: Bernardo Pérez

Una parte nada desdeñable del patrimonio histórico artístico de Madrid permanece oculta a los ojos de la ciudadanía. Es el caso de decenas de iglesias del barroco madrileño, que únicamente permanecen abiertas durante las misas. Nadie se ha preocupado de establecer un horario de visitas. Es el caso también de toda una serie de palacios aristocráticos de los siglos XVII al XIX, que salvo días muy señalados y raras excepciones, son muy difíciles de visitar.


 Madrid tiene miles de kilómetros de patrimonio subterráneo: viajes de agua de hace varios siglos, alcantarillas de la época de Carlos III, pasadizos secretos, refugios de la Guerra Civil…pero no son visitables. 
Los Museos nacionales exponen obras que no suelen suponer más allá del 5 o el 10 por ciento de sus colecciones. La inmensa mayoría de las obras artísticas de los museos se hallan en almacenes donde los ciudadanos no podemos disfrutarlas. Creo que exhibirlas periódicamente sería una oportunidad fácil y económica de ampliar el mermado panorama expositivo actual. 
Interesantes vestigios de la Guerra Civil como trincheras y búnkeres permanecen abandonados o semiocultos en diversos puntos de la ciudad. Los fondos documentales y fotográficos de dicha guerra no han merecido, ochenta años después, una mínima exposición pública. 

Foto: Butarque.com

Los restos reconocibles del Real Canal del Manzanares están totalmente olvidados y deteriorados. 
 En el colmo de la desidia, la tumba de Cervantes, cuya costosa búsqueda de restos hemos financiado los madrileños, no tiene un horario de visitas, ni siquiera en el año en que se cumple el 400 aniversario del genio de las Letras.


¿Hasta cuándo vamos a seguir con este extraño juego del escondite patrimonial?