¿Se van a ir de rositas?

Pasarán los meses, pasará un año, o dos, y se acabará la jodía crisis. Y ellos tan felices, sin que se les haya desengominado un solo ricito. Ya me veo que otra vez se van a ir de rositas, sin que la Justicia les eche el guante. Pero no, no voy a dejar de señararles con el dedo. Ellos son culpables del dolor de mucha gente. Personas que se han quedado sin empleo. Personas que no pueden acceder a la vivienda. Padres que llegan a casa a las mil y monas y no pueden contarle un cuento a sus hijos porque tienen que hacer horas extraordinarias para pagar la hipoteca. Una hipoteca que les chupa la sangre, porque los financieros han decidido ponerla por las nubes. Deberíamos exigirles responsabilidades. Ellos, los financieros ultraliberales llevan décadas jodiendo la marrana. Primero fueron los empresarios “comecocos” a lo Ruiz mateos, que iban destruyendo pequeñas empresas para construir imperios. Luego los listillos de la pradera, como Mario Conde, Los Albertos o De La Rosa. Ahora los brokers de luxe disimulan, y ya no les gusta que se conozcan sus nombres. Empiezan a tener miedo de que la gente les reconozca. Ellos, los financieros de rapiña, siguen ahí, a sus anchas, porque la sociedad no se decide a crear leyes que impidan que estos espabilados destruyan la riqueza por donde van. Porque aquí los únicos que crean riqueza son los trabajadores, los comerciantes, los empresarios honrados, y a todos nos machacan estos yupis que se juegan a las cartas el dinero de todos. ¿Vamos a dejar que se vayan de rositas?