lunes, 13 de julio de 2009

El juego de la diferencia

Dos balcones aparentemente idénticos. La diferencia está en que el de la izquierda, "restaurado" en 2009 consta de simples varas de hierro totalmente lisas, y el de la derecha, del siglo XIX, tiene un delicado trabajo de forja. Hasta hace unos años existieron en Madrid artesanos que trabajaban el hierro y lo sabían modelar para crear trabajos artísticos. La desvalorización de los oficios artesanos y el culto a los modelos prefabricados y estandarizados ha acabado con un oficio ancestral que llenó de belleza nuestra ciudad.
Foto: C. Osorio.

2 comentarios:

karlinski dijo...

También hay los balconcitos de hierro hechos a molde. Para mi gusto son aún peores que los barrotes lisos y llanos, que por lo menos "son verdad". Por acá estoy harto de ver "forja prefabricada" delante de "placas de granito imitando ..." en los edificios de los últimos diez años más o menos. Arquitectura de plexiglás, com se decía antiguamente.

Carlos Osorio. dijo...

Muy oportuna tu observación. Desde luego son preferibles los palotes de hierro a los balcones de forja prefabricada hecha en moldes que tanto abundan en Galicia.