Los adornos navideños que no falten
Desde hace un año, una pareja vive en un soportal de un comercio cerrado, al inicio de la calle Alberto Aguilera. En este pequeño hueco tienen su colchón, su camping-gas y otras pertenencias. A ambos lados de la sábana que hace de puerta, acaban de poner unos adornos de Navidad. Un gesto simpático, dada su situación. Uno se pregunta si no estará fallando algo en nuestra organización social para que este tipo de problemas no tengan remedio. ¿Y lo del derecho a la vivienda digna?
Comentarios
Pero vistas así las coronas me parecen de entierro:
Las coronas del entierro del neoliberalismo.
Esa ejecución conlleva sufrimiento, como se aprecia en la ilustración, pero es inevitable. Ese sufrimiento y esa moral de resistencia siempre terminan en La Revolución, que renace continuamente.