martes, 5 de octubre de 2010

Plazas duras

Con rara habilidad, enorme gasto y enorme esfuerzo, el Ayuntamiento va convirtiendo las plazas del centro histórico en desiertos de granito: sin árboles, sin bancos para sentarse, sin parterres, sin fuentes para beber, sin plantas ni flores. De paso se elimina el mobiliario urbano histórico (farolas fernandinas, bancos de Ventura Rodríguez).
En este sentido son muy interesantes estos artículos, uno de ADN, y otro de Veinte Minutos, que te recomiendo.

Foto: Carlos Osorio (Plaza del Callao tras la "reforma")

9 comentarios:

Mercedes dijo...

Hola Carlos, lo deprimente es que por mucho que insistamos sobre este tema y haya montones de gente a las que no nos gustan estas plazas, parece que da igual. Hace unos días vi un video en el Mundo en el que los autores de la reforma de la plaza de la Independencia y la calle Serrano (sí, son dos arquitectos, con nombre y apellidos) cuentan lo que han hecho, ella está encantada con haber "limpiado" la plaza de elementos molestos...
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/09/24/madrid/1285326357.html
saludos

Carlos Osorio. dijo...

Lo más probable, Mercedes, es que esos arquitectos vivan en un chalé en la sierra y jamás se hayan planteado que a alguien le pueda gustar estar sentado en una plaza en Madrid, con sus bancos con respaldo, sus fuentes, sus jardines...

Anónimo dijo...

Cuando leí esta página, estaba completamente de acuerdo en los absurdo de los proyectos de estas plazas, pero ayer asistí a una serie de conferencias en el Colegio de Aparejadores, sobre la adaptación de las soluciones que puede aportar el diseño y la señalización en facilitar a las personas con discapacidad el transito por estos espacios. Cuando salí de las conferencias, pase por Callao y me dí cuenta que está perfectamente diseñada para que se puedan manejar por ella tanto los discapacitados en sillas de ruedas como a los que les falta la visión. Quizás no os hayaís dado cuenta, pero sobre el solado discurre una red de caminos marcados por baldosas de otras texturas, que cuando se cruzan forman isletas para indicarle al invidente que puede o debe cambiar de dirección, los caminos señalan las llegadas a las bocas de metro y a los cruces de peatones. Me alegro mucho saber que a veces es tan sencillo poder ayudar a personas con limitaciones tan terribles.
Un saludo.
Maite

Carlos Osorio. dijo...

Me parece bien que se facilite el tránsito a quienes lo necesitan, pero eso es compatible perfectamente con hacer plazas bellas, acogedoras y que favorezcan la comunicación. No somos solo transeuntes, también vivimos aquí.

Anónimo dijo...

Pienso que la Plaza de Callao, en concreto, es más bien un intercambiador de paso peatonales,el que mayor tráfico de personas tiene en Madrid, donde la gente pasa para ir de un lugar a otro y no para quedarse, por eso me parece bien que sea lo más diafana posible y con el menor numero de obstaculos posibles. Hay otras plazas y parques en el centro de Madrid para disfrutar sentandose en sus bancos y disfrutar con sus jardines y sus ornamentación.
Maite

Carlos Osorio. dijo...

En cierto modo tienes razón, Maite. Callao tiene mucho tránsito de viandantes, no se puede llenar de cosas, aunque se podría haber diseñado mejor estéticamente. La plaza de Dalí, por ejemplo, tiene encanto y no dificulta nada la movilidad. En cuanto al resto de plazas y paseos...se podrían haber hecho con más gracia.

Anónimo dijo...

Creo que ahora hemos llegado a un acuerdo.
Maite

Anónimo dijo...

Sé que llego tarde, pero quería hacer un comentario a lo que se habla sobre la plaza de Callao.

Dudo que el motivo por el que se ha dejado así de diáfana sea el de facilitar el paso a los muchos peatones que la cruzan a diario. Desde mi casa veo la plaza, y la sufro, porque si se fijan, cuando no está ocupada por El corte Inglés, está la pista de hielo, o un enorme escenario anunciando dios sabe qué, o los Transformers o las galletas de no sé cuántos. Estos chiringuitos de anunciantes ocupan, en el mejor de los casos, la mitad de la plaza o más. Es decir, se ha dejado así de plana y desierta con un obvio afán recaudatorio. Se vende al mejor postor, sin importar que los ruidos que se producen en esos actos publicitarios molestan a los vecinos. Por no hablar de que nos hayan trasladado el marrón del ruido de las fiestas de Orgullo.

Confirmo que, a pesar de la cantidad de gente que la cruza, unos árboles, y una fuente (que ya estaba y se retiró) que refrescasen el ambiente, hubiesen sido compatibles con el tránsito en la plaza y hubiesen humanizado un espacio que con las tiendas y luces que están poniendo parece un Shibuya de cuarta.

Un saludo si todavía alguien lo lee.

Carlos Osorio. dijo...

Hola. Pues sí, entre ferias y stands publicitarios, las plasa del centro están siempre invadidas. Creo que también lo hacen para evitar que haya indigentes, en un esfuerzo sin igual para ocultar a los sin techo. Mejor sería ocuparse de una vez de los sin techo y dejar las plazas para que sean lo que tienen que ser: lugares de encuentro.