El trigo y el barbecho
En el sureste madrileño los trigos se encañan. Las amapolas juegan al escondite entre las espigas. Un bullicioso colorido que contrasta con el silencio marrón del campo en barbecho. Cada dos o tres años, una parcela no se cultiva para que la tierra se oxigene y se regenere, es el llamado barbecho.
Fotos: Carlos Osorio
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