La bodeguilla de la calle San Nicolás y mi pasión por la Historia de Madrid
En la calle de San Nicolás nº 2 pervive la fachada de una antigua bodega. De ella solamente nos queda la portada, ya que el interior ha sido convertido en el almacén de un comercio cercano.
Me acuerdo de esta bodega con especial cariño, ya que en ella me tomé el primer chato de vino.
El día en que surgió mi pasión por la Historia de Madrid
De todas las asignaturas del colegio, la Historia era una de las que más me aburría.
Un día, estando en sexto de bachiller, el profesor se puso enfermo y vino un sustituto.
El sustituto no quiso limitarse a leernos la lección. Nos llevó a conocer el Madrid medieval. Recorrimos las callejas del Madrid antiguo viendo los restos de la muralla y otros vestigios medievales.
La "clase" terminó en la bodega de San Nicolás, donde nos tomamos un moscatel.
Un brillante final para una clase que me atrapó completamente.
(En cuanto al sustituto, no volvimos a verle. Sé que recibió una bronca monumental por parte de la dirección del colegio por habernos sacado fuera de las aulas y habernos metido en una taberna)
Recuerdo aquella bodega llena de toneles de vino, con sus mesitas de madera, el viejo tabernero con su boina y su cigarro de caldo gallina...los torreznitos que nos puso de aperitivo.
Aquel día nació en mí la pasión por la Historia de Madrid.
Hoy llevo ya publicados cuatro libros sobre nuestra ciudad, dos de ellos dedicados a tabernas, y tengo otros cuatro libros en preparación.
Cuando estudio, cuando escribo, cuando hago visitas guiadas por Madrid, siempre recuerdo aquella mañana y la vieja bodeguita de San Nicolás.
Comentarios
Mi edad, y la falta de un profesor adecuado, me privó de tomarme un vino
Un abrazo.
Saludos,
JdG
Es cierto, Teresa, aunque casi siempre los planes de enseñanza son deficitarios, siempre ha habido profesores que te meten el gusanillo de aprender.
Un abrazo Antonio.
A menudo, ideas peregrinas son las que invitan a peregrinar. Saludos, Javier.
Tu artículo es muy interesante. Sigo tu blog y me parece que haces una gran labor. Estoy muy interesado tanto en la historia de Madrid como en la de sus municipios.
Y como estoy en fase de promoción, ya que va a dar a luz mi nuevo “hijo”, aprovecho para deciros que la Presentación y Firma de Ejemplares de mi nuevo libro, PUEBLEANDO POR MADRID: SIERRA NORTE, tendrá lugar el 30 de mayo de 2014 a las 19:30 horas en el Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid, C/ Maestro Ripoll, 8, 28006, Madrid.
Gracias anticipadas a todo aquel que quiera asistir. Estáis invitados.
Espero que nadie se moleste por mi labor de promoción y divulgación.
Atentamente, un saludo.
Fdo.: Francisco Ruiz Cortés
http://paruco.blogia.com/
Qué ricos los torreznitos de la abuela Segunda... ! Qué ricos los chatos de vinos..! Qué bonitas sus mesas redondas de madera de nogal y sus taburetes ...!! Y su panzuda !! A gloria bendita su orujo gallego y su licor de hierbas !! Y su vermut de Reus y su queso en aceite!!.
Una aclaración: el abuelo Pablo no fumó nunca 😉.
Hace ya mucho que no están entre nosotros físicamente pero siguen entre nosotros día a día.
Grandes momentos allí vividos para nosotros...Casi una vida para ellos...(antes tuvieron otra bodega en la zona del Rastro)
Y me rectifico tras hablar con mi madre,y enseñarle tu escrito: al parecer alguna vez le ayudaba un vecino amigo que fumaba y que le echaba una manilla y se echaba algún cigarrito al coleto.
Y puede que aquel día tb estuviera con él...El de la boína(cómo él decía) era el abuelo Pablo fijo y aún la guarda mi hermano por ser el único nieto varón,...y aún huele a su colonia y a él 😍
Jamás he vuelto a comer torreznitos como los de la abuela Segun.
Gracias por acordarte de ellos.
Ha sido bonito comentarlo en familia...