jueves, 14 de julio de 2011

Agüitas amarillas


Este letrero, sito en la fachada del convento de la Encarnación, me sirve para comentar que, de un tiempo a esta parte, la incívica costumbre de orinar en la calle va ganando adeptos y adeptas. No estaría de más que el Consistorio se tomara en serio este asunto y se dignase establecer más urinarios públicos, así como poner alguna sanción que otra a los guarretes, que yo creo que se lo merecen.

3 comentarios:

Miguel Ángel de Móstoles dijo...

Es la única manera que tenemos de aprender: a base de multazos.

Anónimo dijo...

Precisamente el otro día mandé una queja al Ayuntamiento. Realmente dos, una a los servicios de limpieza para que intensifiquen el regado de las calles, porque ahora en verano es insoportable. Y otra a la Concejalía de Seguridad para que multen a las personas que orinan. Tanta cámara, tanto gasto y a la hora de la verdad no hacen nada. Es horrible pasar por algunas calles del Centro. Una auténtica vergüenza.

Eva

Carlos Osorio. dijo...

Pues haces muy bien Eva, porque es una costumbre lamentable que estropea el agradable paseo por el centro de Madrid.