miércoles, 31 de agosto de 2011

Colegio San Isidoro


La reina regente María Cristina promovió la construcción de 10 colegios públicos en Madrid para celebrar la mayoría de edad de Alfonso XIII. El colegio de San Isidoro, en la calle de Fuenterrabía, nº 15, barrio de Pacífico, fue promovido por la marquesa de Esquilache con este motivo. El arquitecto fue Enrique María Repullés y Vargas, quien lo construyó en 1903, y fue reformado en 1933 por Bernardo Giner de los Ríos.
La fachada, sencilla, en ladrillo presenta dos torreones con frontones escalonados. Los detalles decorativos realizados con el ladrillo demuestran cómo puede embellecerse un edificio sencillo sin grandes complicaciones. Además hay aplicaciones cerámicas. 
Fotos: Carlos Osorio.
Datos: Guía del COAM.

6 comentarios:

Manu Romo dijo...

Ejemplo de construcción de principios del XX y, en efecto, con poca floritura pero con imaginación.

Bélok dijo...

Madrid está plagado de edificios neo-mudéjares y sucedaneos. Tampoco conocía este edificio que por lo que veo en las fotos es bastante respetable arquitectónicamente hablando.

Carlos Osorio. dijo...

Saludos, Romo y Bélok, desde luego el neomudéjar es una de las señas de identidad de la arquitectura madrileña.

tiMta dijo...

Hola, me encanta esta entrada...¡Fue mi colegio! El mío, el de mi padre y sus hermanos y el de mis sobrinos.

Afortunadamente pudo celebrarse su centenario, pero casi no llega. Dos años antes tuvo que ser reformado en su totalidad porque se "hundía" y casi "dejan" que se hunda. Afortunadamente se reformo y se tuvo especial cuidado en no dañar la fachada.
Está situado frente a la Real Fábrica de Tapices, muy cerca del Panteón de Hombres Ilustres y de la Real Basílica de Nuestra Señora de Atocha.

ripoll dijo...

Hola soy antigua alumna... Bueno en superlativo lo de antigua. Sin embargo lo estoy viendo ahora mismo en mi pensamiento. Lo que viví y aprendí fue maravilloso

Unknown dijo...

Fue mi colegio desde el año 1965, hasta octavo de primaria por el año 1973, era estupendo y pasé una infancia muy feliz en él, aunque ya no tenga contacto con ninguno de mis compañeros/as, siempre los recordaré con cariño.