Los madroños que se plantaron en la calle Mayor hace ya tres décadas van estando creciditos y ya dan fruto. Es un homenaje al árbol que figura en el escudo de Madrid. ¡Mmm! Están diciendo comedme... ¡Pero, ojo, solo uno! Los romanos llamaban a este árbol arbutus unedo (árbol del que hay que comer solo un fruto)
porque ocurre que el fruto maduro del madroño tiene un cierto grado alcohólico y puede emborrachar.
Si ves a la gente caminando en zig-zag por la calle Mayor, ya sabes a qué se bebe, digo a qué se debe.
Y...hablando de la calle Mayor, las obras de remodelación de esta vía están bastante avanzadas. Se ha duplicado el tamaño de las aceras y se ha puesto un carril bici (esta vez lo han puesto en la calzada, que es donde debe estar, no en la acera como han hecho en otras calles)
Pronto la calle Mayor va a recuperar el bullicio y el gentío que tuvo en siglos pasados.
Y...hablando de la calle Mayor, las obras de remodelación de esta vía están bastante avanzadas. Se ha duplicado el tamaño de las aceras y se ha puesto un carril bici (esta vez lo han puesto en la calzada, que es donde debe estar, no en la acera como han hecho en otras calles)
Pronto la calle Mayor va a recuperar el bullicio y el gentío que tuvo en siglos pasados.
Foto: Carlos Osorio.
2 comentarios:
Tengo localizados varios madroños para desayunar estos días, jajaja. No como mucho, no porque emborrache sino por el ambiente donde han crecido.
Quería decir que el carril-bici que están haciendo es una aberración: el sentido es el contrario a la circulación, encajonando al ciclista en apenas un metro entre la acera y los taxis que vienen de frente, y despistados buscando clientes.
O ponen un separador físico, o lamentaremos las consecuencias.
En el jardín de mis padres hay un madroño, siempre ha dado muchos frutos y desde jovencilla me aficioné a hacer mermelada de madroño, el único inconveniente que le veo es que quedan muchos granitos a pesar de que quitaba el máximo posible, eso sí me encanta el sabor. Me ha hecho gracia lo de emborracharse con ellos, la verdad es que nunca me he fijado si después de comer la memelada estábamos más alegres.
Muchas gracias por tus entradas, todas tan interesantes.
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