miércoles, 30 de abril de 2014

La estatua del teniente Ruiz



Uno de los héroes del 2 de Mayo de 1808, el Teniente Ruiz, se hizo acreedor a una de las mejores estatuas que tenemos en las calles de Madrid.


La estatua, situada en la Plaza del Rey, la hizo uno de nuestros grandes escultores, Mariano Benlliure, en 1891. Benlliure alcanza casi la perfección en esta obra, cuya soberbia composición y su tremenda expresividad transmiten la arrolladora energía del héroe avanzando hacia su trágico destino.
Siempre que veo la estatua me entran ganas de seguir al teniente Ruiz.


 El 2 de Mayo de 1808, Jacinto Ruiz Mendoza se hallaba en la cama, muy enfermo, cuando oyó luchar en la calle y se unió a sus compañeros en la defensa del cuartel de Monteleón. En el combate, Ruiz cayó herido, con un brazo roto y un balazo en el pecho. Se dice que una mujer, Benita Pastrana, le relevó en su puesto junto al cañón cuando él cayó. Le dieron por muerto y eso permitió a sus compañeros llevarlo a un lugar seguro. Se refugió en Trujillo (Cáceres), donde murió casi un año después, en marzo de 1809. La versión oficial dice que murió a consecuencia de las heridas recibidas en combate, pero otra versión dice que murió a consecuencia de un duelo tras haberse liado con una mujer casada.
¡Caray, este hombre tenía tanta vitalidad como su estatua!


Los bajorrelieves del pedestal son extraordinarios, en ellos vemos la lucha frente al parque de artillería de Monteleón (actual plaza del Dos de Mayo), junto a réplicas de los cañones utilizados en la batalla.


El pedestal es de mármol rojo de Sigüenza, gris de Carrara y jaspeado de Mañaria.
El trabajo del bronce correspondió a Fundición Crescenzi, en Roma.
Agradezco al fotógrafo Ramón Rubio Moreno estas magníficas fotos.





2 comentarios:

Anónimo dijo...

los cañones,de Trubia,aqui al lao.
La estatua de lujo,la llamábamos mis compas y yo en Arte del insti...que nos quejábamos del despilfarro en Arte despues de la guerra con tanta gente necesitada, Benlliure murió en el 47 me parece y debía gustar al respetable porque dejó cantiad de obras suyas por todo el territorio....Anda que de aquella estaban bien entrenaos y comian sano y abundante los soldaos para la largas campañas y cañones pa acá y pa allá...Una de mis abuelas era de Zaragoza y me contaba que una de sus tátaras murió cogiendo el fusil de un soldao que cayó a sus pies y ella se lió a tiros contra los gabachos.Hale,tócale una bota que dicen que trae suerte....Saludos.Acacia...

Carlos Osorio. dijo...

Digna descendiente de tu tatarabuela, Acacia!