viernes, 5 de septiembre de 2014

Recuperar la costumbre del alquiler



Desde tiempos remotos y hasta los años sesenta del siglo veinte, la opción mayoritaria de los madrileños fue el alquiler de la vivienda. Desde hace medio siglo, la compra se ha impuesto sobre el alquiler, sin que eso haya significado una mejora en la calidad de vida. Ser propietario significa entramparse de por vida y no permite la movilidad. La gente vive en un barrio y trabaja al otro extremo de la ciudad. Vivir de alquiler permite cambiarse y vivir cerca de donde uno trabaja, ganando un tiempo precioso para vivir, y no se destinan tantos recursos a pagar las onerosas y a menudo abusivas hipotecas.
Los poderes públicos deberían facilitar el acceso a la vivienda de alquiler, cambiando su objetivo de beneficiar a los constructores por el de beneficiar a los ciudadanos. Poner en alquiler la ingente cantidad de viviendas vacías sería una opción muy positiva. Ofrecer suficientes garantías jurídicas a los arrendadores y a los arrendados es apostar por el alquiler.

2 comentarios:

Charo G. dijo...

Estoy completamente de acuerdo contigo, Carlos.
Un saludo afectuoso.

Anónimo dijo...

Hace años, recuerdo que cuando alguien quería alquilar una casa ponía en las ventanas un papel blanco. Según la RAE, se llamaba albarán.
http://es.wikisource.org/wiki/Grandes_esperanzas:_57