La leyenda de la calle Libreros
Esta calle madrileña conocida por sus librerías de compra-venta de libros de texto, ha tenido otros nombres.
Anteriormente se llamó calle de Justa, calle del Pozo y después calle Ceres.
La mujer llamada Justa tenía un pozo que había frente a una de las casas y que al decir de las gentes era la guarida de un temible dragón, por lo que nadie osaba levantar la tapa del siniestro pozo.
En cierta ocasión una joven, convencida de que todas esas historias eran patrañas, probablemente urdidas para que nadie robase el agua de dicho pozo, o al menos eso pensaba ella, se envalentonó y levantó la tapa.
Salió entonces con gran estruendo un terrible basilisco que acabó con la vida de la joven.
¿Sucedió de verdad la historia del dragón? ¿Fue tan solo un cuento para evitar otra explicaciones más creíbles de la muerte de aquella chica?
No lo sabemos.
El caso es que andando el tiempo, esta calle volvió a ser escenario de otros sucesos, como un crimen pasional, sucedido en 1861, o la muerte de una estudiante de 21 años, alcanzada por un bote de humo en una manifestación sucedida en 1977.
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Fernando