lunes, 8 de diciembre de 2014

Leonardo Alenza, pintor de Madrid


Autorretrato (Museo del Prado)

Prototipo del pintor bohemio y romántico, que a duras penas comía cuando lograba vender un cuadro o un dibujo, Alenza es uno de los pintores que supo reflejar la vida del pueblo madrileño.

El Viático

Leonardo Alenza y Nieto, nacido y muerto en Madrid (1807-1845) nos dejó toda una serie de cuadros de pequeño formato en los que reflejó las costumbres de nuestro pueblo y la sicología de sus gentes.


Ante cualquier escena callejera que le llamara la atención, sacaba su cuaderno y esbozaba unos apuntes que luego le servían para pintar sus óleos.

Sátira del suicidio

Al contrario que otros pintores de su tiempo, más interesados en los paisajes exóticos, Alenza criticó con mordacidad e ironía a la sociedad de su tiempo, y puesto a criticar, también la emprendió con sus coetáneos, los pintores románticos, a los que puso en solfa por su obsesión con temas macabros (como el suicidio) y su culto a la pasión enfermiza. 

El triunfo de Baco.

Buscó en Velázquez la enseñanza del color y siguió a Goya, sobre todo al Goya de la última etapa, en la búsqueda de una pincelada ágil y valiente.

El gallego de los curritos

Particularmente me encanta un cuadro llamado "El gallego de los curritos" en el cual vemos a un cómico ambulante que narra una historia mientras dentro de su amplia capa un ayudante mueve los muñecos del guiñol.


Particularmente expresiva es esta escena  de "El sacamuelas" en la que un "dentista" extrae una muela mientras dos ayudantes sujetan al infortunado paciente.


Y muy en la línea del gusto romántico esta otra escena de bandoleros, un fenómeno muy extendido en el primer tercio del siglo XIX.


Y destacamos también este cuadro y este apunte del famoso Café de Levante.


Leonardo Alenza es otro de los pintores madrileños que lleva mucho tiempo esperando que alguien se decida a dedicarle una exposición antológica. 



2 comentarios:

Matilde dijo...

Muy interesante

¡Salud!

Carlos Osorio. dijo...

Salud, Matilde, un abrazo!