Buscando la luz, miré hacia el sol del atardecer y me cegó: No veía nada.
Abrí los brazos para econtrar la puerta del balcón y volver a mi cuarto. Ya que tenía los brazos abiertos, mandé un abrazo hacia el horizonte, para quien pudiera necesitarlo.
Foto hecha hace unos minutos: C.Osorio
Comentarios