domingo, 12 de diciembre de 2010

La calle de Ponciano




Ponciano de Olivares era el guarda de un coto real de caza que hubo aquí. Custodió la puerta durante ochenta años. En una época le dio por clavar junto a las puertas un cabeza de venado o de jabalí cada més que pasaba, y llegó a colocar 216 cabezas.
Se dice que le apodaban “El grajo” porque iba siempre con un grajo sobre el hombro.
(La calle Ponciano va desde San Bernardino a la Travesía del Conde Duque, en el barrio de Universidad)

1 comentario:

Doña Umé dijo...

Pues, le tenían que haber apodado "el depredador".
Pobres animales......