Indigentes
El problema de los indigentes debería recabar mayor atención por parte de las administraciones públicas. El Ayuntamiento sugiere retirarlos de la vía pública, pero no tiene políticas sociales suficientes para atender a estas personas sin hogar y no ha hecho más que reducir las ayudas sociales. Harían falta más albergues con horarios y condiciones más asequibles a estos usuarios, y más políticas asistenciales.
En cuanto al argumento de "dejarles estar" porque hay que respetar la libertad y los derechos de los indigentes, incurre en contradicciones. ¿Existe el derecho a morirse lentamente de hambre, de frío y suciedad en plena calle? ¿Qué clase de libertad tienen aquellos que, como el 40% de los indigentes, padecen serios trastornos mentales y no están debidamente atendidos y tratados?
Por lo que respecta al problema de la ocupación de espacios públicos, No es lógico que nadie, sea pobre o rico, utilice determinadas vias públicas para acampar, sobre todo si se trata de calles como La Gran Vía o la Plaza Mayor, cuyo excesivo tránsito de viandantes las hace incompatibles con ciertos usos.
Es hora de buscar soluciones a un problema para el que no bastan posicionamientos ideológicos que nada resuelven. La sociedad tiene que prevenir estos problemas y apoyar a los ciudadanos más desfavorecidos para que tengan una vida digna.
Foto: Carlos Osorio
En cuanto al argumento de "dejarles estar" porque hay que respetar la libertad y los derechos de los indigentes, incurre en contradicciones. ¿Existe el derecho a morirse lentamente de hambre, de frío y suciedad en plena calle? ¿Qué clase de libertad tienen aquellos que, como el 40% de los indigentes, padecen serios trastornos mentales y no están debidamente atendidos y tratados?
Por lo que respecta al problema de la ocupación de espacios públicos, No es lógico que nadie, sea pobre o rico, utilice determinadas vias públicas para acampar, sobre todo si se trata de calles como La Gran Vía o la Plaza Mayor, cuyo excesivo tránsito de viandantes las hace incompatibles con ciertos usos.
Es hora de buscar soluciones a un problema para el que no bastan posicionamientos ideológicos que nada resuelven. La sociedad tiene que prevenir estos problemas y apoyar a los ciudadanos más desfavorecidos para que tengan una vida digna.
Foto: Carlos Osorio
Comentarios
Hoy se están fraguando muchos que dentro de poco vivirán en las calles. Son los que hoy recogen los alimentos que "los sobrados", tiramos.
Aún cuando haya bienestar social, siempre tendremos un % de personas que elegirán vivir en la calle.
No hace mucho leí en un artículo que su vida media, desde que empiezana vivir en la calle, esde seis años.
Y lo siento, no lo sabemos hacer.
Iglesia para dar de comer al hambriento solo hacen que hablar de indigentes con la de corrupcion que hay en el Gobierno menos indigentes y mas politicos corruptos a la palestra
Comento sobre este tema (el más desagradable que mencionas) para dar también otro punto de vista, más crudo.
Trabajo como técnico de emergencias voluntario, y un alto porcentaje de quienes necesitan asistencia suele ser gente que vive en la calle.
No estoy de acuerdo en que no existan suficientes servicios sociales. Lo que sucede es que entre sus condiciones está, por ejemplo, la de no ir borracho, y eso a muchos indigentes no les gusta, pero como comprenderás, el personal de los albergues no tiene que aguantar borrachos (o drogados, muchas veces agresivos) que no quieren ni siquiera que se les asista.
Por otra parte, mencionaré algo que me parece con diferencia el mayor problema que tenemos en Madrid, que son las auténticas hordas de mendigos inmigrantes (sobretodo gitanos rumanos) que no aportan (y nunca han querido aportar, puesto que no hacen siquiera amago de trabajar o buscar trabajo) absolutamente nada bueno a nuestra sociedad, y que invaden las calles hasta el punto de haber uno tirado y mendigando en cada esquina (si te mueves por Chamberí-Argüelles puedes contarlos por cientos en pocas manzanas).
En muchos casos no se trata de pobre gente que ha caído en desgracia. Son grupos organizados, que muchas veces simulan ser tullidos o lisiados y que suponen una molestia social inmensa para los vecinos, que ven su antaño apacible barrio convertido en el París del siglo XVII.
Suelen provocar reyertas y además han desplazado incluso a los mendigos madrileños por la fuerza.
Entiendo que los indigentes,sean de dónde sean, necesitan un modo de vida digno, pero el importar mendigos de fuera masivamente, se mire como se mire, es un problema social inasumible que acaba generando un desgaste social cada vez mayor en los habitantes de la ciudad.
Hay que atender a todos los sin techo, pero no es asumible para ninguna sociedad que vengan de todo el planeta y se instalen por millares en todas las calles de la ciudad, porque no es justo para los ciudadanos.
(Y te escribo esto, habiendo atendido sin hacer distinciones y con la mejor voluntad a miles de ellos sin haber recibido nunca nada a cambio, quiero aclarar que lo que digo no es por racismo ni nada por el estilo)
Sólo hay que ser observador para ver el problema, y si algo me dice tu blog, es que eres en extremo observador.
Como bien has dicho, desde posturas ideológicas no se soluciona el problema...pero ¿quién y cómo va a querer y poder solucionarlo? El control de la inmigración no está bien visto...pero el tenerlos tirados en las calles tampoco.