La crisis nos ha traído un sinnúmero de tiendas con artículos de capricho, regalitos, cosas para la casa, adornillos, maquillaje, etc...cientos de artículos a 2 o 3 euros la unidad.
Hoy la gente prefiere tontear comprando tres o cuatro artículitos de estos antes que gastarse lo mismo de una sola vez y comprar algo útil.
El mecanismo es muy sencillo: sigue existiendo la costumbre compulsiva de comprar, pero existe la mentalidad de que no hay que gastar dinero. Alguna gente no puede gastar, pero otra sí puede y no quiere.
Entonces, en vez de comprar algo útil y duradero, se compran pijadillas que, al cabo de unos días, acaban en la basura.
¡En fin, son cosas de las crisis!
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