Lope, casa de comidas y copas.
En la calle del Pez nº 29 ha abierto hace poquito un restaurante bastante agradable de nombre Lope.
Decorado con un gusto poco habitual en tiempos de gélido minimalismo, sus medidas proporciones convierten su reducido espacio en un lugar cálido y confortable.
La atención es amable y la carta variada, con referencias de nuestras tabernas de siempre, como los callos o la ensaladilla.
Tiene un precio medio (30 o 35 €), y también hay menú los días laborables por 12 €. Las raciones no son muy abundantes, tal como piden las modernas gentes, y sin duda hay todavía un trecho para encontrar el punto y el carácter de algunos platos, pero me parece un sitio recomendable.
Cocina de mercado con innovaciones y merecida atención a las verduras.
La barra tiene su vidilla propia, con tapas y raciones interesantes.
De postre casi todo el mundo se va al brownie y a la tarta de queso, a mí me sorprenden más sus bizcochos de higos o de ciruela.
Y luego hay quien se pide gintonics o güisquis de malta de primer nivel, pero yo me apunto a sus escogidas y poco comunes infusiones.
Fotos: Carlos Osorio.
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