La Capilla del Obispo
La Capilla del Obispo es una de las joyas desconocidas del arte religioso madrileño.
Su desconocimiento se debe a que ha permanecido cerrada durante larguísimos períodos.
De hecho, cuando se abrieron sus puertas en 2010, llevaba 40 años cerrada.
Claro que, estos largos silencios probablemente le salvaron la vida. Cuando una turba de fanáticos se dedicó a quemar iglesias, en los comienzos de la Guerra Civil, esta iglesia llevaba tiempo cerrada y no repararon en ella.
La bóveda de crucería nos indica que la iglesia se edificó dentro del estilo gótico tardío, si bien la fachada y la decoración entraban de lleno en el Renacimiento.
La mandó edificar el obispo de Plasencia, Gutierre de Vargas, miembro de la poderosa familia de los Vargas, quienes siglos antes tuvieron como criado a San Isidro.
El obispo quería un templo deslumbrante y para ello contrató a Francisco Giralte, escultor que realizó el retablo mayor y los cenotafios de alabastro del obispo y de sus padres.
Los agricultores de la zona estaban obligados a contribuir al mantenimiento de las mulas del obispo, por lo que depositaban frente a la capilla unas gavillas de paja.
De ahí le viene el nombre a la plaza en la que está situada la iglesia:
Plaza de la Paja.
La Capilla del Obispo está explicada con detalle en el libro:
de Carlos Osorio y Álvaro Benítez.
Fotos: Álvaro Benítez.
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