La fuga de Olózaga



Salustiano Olózaga, político liberal, era presidente del Congreso de los Diputados en 1843, cuando los reaccionarios le acusaron (falsamente) de coaccionar a la joven reina Isabel II, para obligarle a firmar la disolución de las Cortes y convocar nuevas elecciones. 
Fue detenido (querían condenarle a muerte), y casualmente coincidió en la cárcel con el popular bandolero Luis Candelas, que al hablar con él se sintió solidario con la causa liberal. 
A pesar de la guardia reforzada, Candelas organizó la fuga. Proporcionó a don Salustiano una pistola y un puñado de monedas de oro. 
-Mañana, cuando salgas, les das a elegir entre la pistola y el oro.
Al salir, Olózaga hizo lo pactado:
-¡Onzas o muerte llevo!
Ni que decir tiene que eligieron las onzas de oro, y mientras los guardias se entretenían cogiendo las monedas, el político escapó.
 Olózaga acudió a la casa de su amigo, el progresista Basualdo, en la calle de la Ruda. Salustiano se puso un disfraz de labrador y acompañado del ama de llaves de Basualdo, se dirigió a la Puerta de Toledo. Allí le esperaba el guarda de una dehesa de Illescas quien le llevó hasta Leganés. En Leganés le presentaron a un viejo contrabandista llamado El Fraile, que fue quien le acompañó hasta cruzar la frontera de Portugal.


Comentarios

Jorge ha dicho que…
La referencia es bastante aproximada, pero yerra en la fecha: No fue en 1843, sino cuando ambos --Candelas y Olózaga-- eran jóvenes, en 1831, tal como se puede leer en las biografías más fundamentadas de Luis Candelas ( y en "el precoz demagogo" de Aurelio Mantilla, sobre el propio Olózaga). Hay otra simple razón para darse cuenta del error: Candelas mal pudo ayudarlo a escapar cuando todos sus biografías coinciden en el año de su muerte: 1837.
Saludos cordiales
Jorge

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