Un frutal cerca de casa
En la ciudad apenas somos conscientes del paso de las estaciones y además hemos ido olvidando la época en que maduran los frutos. Hoy en los supermercados hay casi la misma fruta todo el año, pero eso es a costa de traerla en contenedores desde muy lejos.
Plantar frutales dentro de la ciudad es un modo de volver a ser conscientes del tiempo y del proceso de que va de la floración a la maduración. Es además una forma sencilla y gratuita de obtener la maravillosa fuente de vitaminas que contienen las frutas.
En algunos países esto empieza a ser una realidad, caso de los Estados Unidos y campañas como la de beaconfoodforest
En Madrid ha habido algún tímido intento, como la acción fruta urbana y Esta es una plaza.
De lo hecho por las instituciones, apenas podemos mencionar la repoblación frutícola de la Huerta de la Partida, en la Casa de Campo. Pero este proyecto, mal acabado, no contempla la necesaria colaboración de los vecinos y no tiene un mantenimiento adecuado, con lo que apenas hay frutas que lleguen a madurar.
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