Luis Candelas




Luis Candelas Cagigal nació en 1804 en la calle del Calvario, barrio de Lavapiés. Nació con una marca bajo la lengua y la comadrona aseguró que era señal de que el niño sería alguien importante.
De chaval capitaneaba las pandillas de su barrio participando en las pedreas (peleas a base de piedras). Comenzó a cursar sus estudios en el Instituto San Isidro de la calle de Toledo, pero fue expulsado a los dos años por devolverle a su maestro las dos bofetadas que le había dado. No obstante, leía cuanto libro caía en sus manos, haciéndose con una cultura a su medida.


Su padre le puso a trabajar en su carpintería, pero al poco tiempo se cansó y comenzó a vivir al margen de la ley.
Trabajó temporalmente como librero y también como ayudante de un funcionario de hacienda. Su trabajo en la administración le sirvió para aprender a falsificar documentos.


A los 17 años tuvo su primer amor, Consuelo, una peinadora a la que dejó sin sus ahorros. A partir de ahí, inicia una vida de conquistador de damas sin interesarse mucho por ninguna, salvo por la última, Clara María, por amor a la cual retrasó su huida en el momento crucial y fue detenido.



Candelas se distinguió de los demás bandoleros por usar el ingenio en vez de la violencia, llegando a ser un mito para las clases humildes que veían en él a una especie de justiciero, pues eran tiempos en que la mayoría de la población vivía en la más absoluta miseria, mientras unos pocos alardeaban de su riqueza.
Cada robo de Luis Candelas podría dar pie a una novela o a un guión de cine, dado el derroche de imaginación invertido en su preparación, ejecución y posterior huída.


Por un tiempo, Luis estuvo a punto de abandonar su carrera hacia una autodestrucción segura y entregar su ingenio a una noble causa. Fue a raíz de conocer en la cárcel a Salustiano Olózaga, encuentro que le llevó a luchar junto a los liberales por las libertades y los derechos sociales.
Pero la política le cansó y de nuevo volvió a los robos, llegando a capitanear una banda formada por los principales bandoleros que actuaban en Madrid.


(Diario El Español. 7-11-1837)

La vida de Luis Candelas es una vida novelesca, a veces desternillante y finalmente trágica. Fue posiblemente el bandolero más ingenioso y seductor de cuantos han existido. Conocerle nos sirve para conocer una época de la historia de España.


Luis Candelas murió el 5 de noviembre de 1837 en el patíbulo instalado en la Puerta de Toledo.
Sus últimas palabras fueron: "Sé feliz, patria mía"


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