lunes, 17 de junio de 2013

La estatua de Felipe III en la Plaza Mayor



En 1614, el duque de Florencia, Cosme de Médicis, le hizo un estupendo regalo al rey español Felipe III:
Una soberbia estatua ecuestre.
El género escultórico de la estatua ecuestre surge en el imperio romano, desaparece en la Edad Media y es recuperado en el Renacimiento.
La estatua de Felipe III fue realizada por Juan de Bolonia (Gianbologna) y terminada por Pietro Tacca.


En esta imagen vemos una estatuilla de Felipe III atribuida a Juan de Bolonia que probablemente sirvió como boceto para la gran estatua a caballo del monarca. 
Fijaos en el ritmo de las patas del equino: dos apoyan totalmente, una se eleva y otra apoya tan solo la punta de la pezuña.


Inicialmente, la estatua ecuestre se colocó en la real posesión de la Casa de Campo, como bien se ve en este cuadro perteneciente al Museo del Prado.


Fue en 1848 cuando la reina Isabel II decidió colocar la estatua en la Plaza Mayor, ya que fue Felipe III quien mandó hacer esta plaza. Así lo señala la placa que hay en el pedestal:

"La reina doña Isabel II, a solicitud del Ayuntamiento de Madrid, mandó colocar en este sitio la estatua del señor rey don Felipe III, hijo de esta villa, que restituyó a ella la corte en 1606, y en 1619 hizo construir esta plaza Mayor. Año de 1848".



Desde entonces, "el caballo", como popularmente se le llama,  ha presidido la Plaza Mayor de Madrid, con tan solo alguna interrupción que pasamos a contar:



En 1968 se retiró temporalmente para hacer el inadecuado aparcamiento subterráneo de la plaza.



Pero cuando estuvimos en un tris de quedarnos sin estatua fue en 1931, al proclamarse la República. El 14 de Abril de dicho año, un grupo de exaltados derribó la estatua ecuestre por considerarla un símbolo monárquico. Se dice que en el interior de la estatua aparecieron multitud de huesecillos de pájaro. Al parecer, durante siglos, algunos pájaros entraban por la boca del caballo y luego no podían salir.


Tras la guerra civil, la estatua fue restaurada por el escultor Juan Cristóbal y de nuevo recuperó su lugar en la plaza. En 2004, en época del Alcalde Gallardón, llegó a haber un proyecto de retirarla, con el argumento de que no era este su lugar original. Afortunadamente, aquí sigue, en su sitio, donde propios y extraños podemos disfrutar de una singular obra de arte, una de las mejores estatuas ecuestres del mundo.



Fotos de Internet.




1 comentario:

Sights in Madrid dijo...

Qué maravilla de post. Mira que no tenía ni idea...