La cafetería-restaurante del Museo Thyssen
Pues hombre, no suelen ser las cafeterías de los museos lugares muy habituales para experiencias gastronómicas, pero en viendo una exposición en el Thyssen y dándose el caso de ser la hora de comer, hay que reconocer que no está mal esta cafetería, situada en el jardín del museo.
Tienen un menú de precio razonable que se deja comer satisfactoriamente, y dado que la terraza acristalada es generalmente luminosa y plácida,
pues eso, que no está mal la elección.
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