Recuerdos de Corripio
La calle de Fuencarral no ha vuelto a ser la misma desde que, en 2002, a poco de cumplir un siglo de existencia, cerró la sidrería Corripio.
Corripio de la Concepción, se llamaba su dueño, y todo el local estaba lleno de encanto:
la simpatía y la profesionalidad de los camareros, el ciego que llevaba la contabilidad, los barriles de madera y las tinajas de cerámica, el vino alegre y el vino triste, con o sin empanada, los bocadillos de calamares...
(Foto: Entredosamores.es)
Hoy en Fuencarral hay decenas de nuevos bares, unos mejores y otros peores, pero prácticamente ninguno con personalidad, y eso es lo que echamos de menos los asiduos a Corripio, y no podemos evitar recordarlo siempre que pasamos por Fuencarral, 102.
Comentarios
En realidad el bar cerró en el año 2.005, y efectivamente, la persona que llevaba la caja hasta su fallecimiento en 1991(mi abuelo) era invidente.
Enhorabuena por el articulo. Un saludo.
Me acuerdo muchísimo de Corripio, iba mucho los fines de semana en mi época de "estudiante" universitario a tomar minis de esa maravillosa sidra achampanada bien fría, bocadillos de calamares, empanada de chorizo. Iba ya en aquella época en plan tranquilo con mi novieta, ahora ya mi mujer,y costaba hacerte sitio de lo lleno que andaba. Me acuerdo de varios de los camareros, del invidente que contaba el dinero.....
Se echa de menos, por todo, ambiente, trato, y de como sabía todo.
Llevo 15 años encima viviendo en el barrio, al lado de Sagasta y cada vez que paso por ahí me acuerdo. Me hubiera encantado poder pasarme un sábado o domingo por la mañana con los críos a tomarme una sidra y una empanada. Los niños seria unas fantas yo y mi mujer un mini de sidra y 4 trozos de empanada por dios.
Un abrazo a todos los que pasaron o trabajaron ahí y se acuerdan con una sonrisa en los labios.