jueves, 11 de marzo de 2010

La tienda más antigua de Madrid


La farmacia de la Reina Madre: el comercio más antiguo de Madrid.

No sólo es la decana de las farmacias, sino también la tienda más vetusta de la Villa y Corte. Instaurada en 1578 por un alquimista veneciano. En origen, estuvo en la calle del Sacramento, junto a la residencia de Iván de Vargas; pero la casa del alquimista hubo de ser derribada para que pasara por tan angosta calleja la procesión del Santísimo.

Imagina si tendrá solera esta farmacia, que conserva una receta a nombre de ¡Miguel de Cervantes!

El nombre de “Reina Madre” está dedicado a Isabel de Farnesio, la segunda esposa de Felipe V, quien nos regaló a los madrileños un hijo tan brillante como Carlos III.

Además de abastecer a la Real Casa, aquí se vendían las primeras quinas traídas de América, junto con principios activos, drogas, píldoras áureas, y extraños productos como el castoreo, la piedra imán y el grimoso extracto de momia egipcia. Conservan 1600 recetas antiguas.

El precioso edificio actual, en la calle Mayor nº 59, es de estilo modernista, de 1914, obra de José Carrasco y está decorado con alegorías de la farmacia. Los zócalos son de azulejo de Talavera. En cuanto al botamen, hay albarelos, pildoreros y toneletes de cerámica azul y blanca talaverana del siglo XVIII y otros del Buen Retiro y de La Granja, y conservan un bote del XVI con el escudo de los Reyes Católicos.Todo ello conforma el pequeño museo de esta botica que hoy regenta la familia Cid.

En la casa contigua nació don Pedro Calderón de la Barca.

Foto: Álvaro Benítez. Del libro "Tiendas de Madrid" Ediciones La Librería

3 comentarios:

mcarmen dijo...

Si voy a ir por la zona y tengo algo pendiente, voy a comprar ahí. Me encanta este lugar y la historia que tiene.
Buen fin de semana!

Cecilia dijo...

Doy fe de que en esta farmacia, además de que hay de todo, se atiende a todo el mundo con una profesionalidad y una amabilidad que te motivan para volver a ir otra vez.
En una calle donde todas las tiendas van desapareciendo para convertirse en despachos de souvenirs, da gusto que haya una que pervive a pesar de las modas y la especulación

Carlos Osorio. dijo...

Totalmente de acuerdo con vosotras.