domingo, 18 de septiembre de 2011

Un caminante ejemplar

El viernes 9 de Septiembre falleció en Madrid, a causa de un fallo cardiaco,  Fernando Osorio Páramo (Madrid 16-XII-1942), ingeniero de caminos vinculado al Ministerio de Obras Públicas. Su gran labor fue la creación de la Ley de Costas, de la que fue uno de los principales actores, un paso decisivo en nuestro país para proteger el medio ambiente costero, gravemente dañado por la especulación urbanística.
Osorio comenzó su carrera en 1969 en el Ministerio de Obras Públicas, integrándose en 1977 en el Cuerpo de Ingenieros. Fue nombrado subdirector general de Costas en 1987 y director general de Costas en 1991. En 1996 fue nombrado presidente de Puertos del Estado. De su valía profesional da fe el hecho de que fue requerido sucesivamente por los gobiernos de la UCD, del PSOE y del PP.
Se mantuvo siempre fiel a su idea de servicio a la ciudadanía y no hizo ninguna concesión a intereses de particulares ni de grupos. Su vocación hacia lo público le llevó a dedicar toda su energía a su labor, descuidando otros aspectos de su vida personal. De vida solitaria, sus únicas pasiones conocidas han sido el Real Madrid y los largos paseos por la ciudad y el campo. Como gran caminante que fue, promovió muchos lugares para que la gente pudiera pasear, en forma de paseos marítimos en localidades costeras y senderos litorales en zonas naturales. Ahora pasea por esos cielos que barruntan el otoño. Hasta siempre, Tío Fernando.

7 comentarios:

Mercedes dijo...

Buenos días Carlos, lo siento mucho, era aún muy joven. Qué bonito su legado, caminos que ahora podemos recorrer...
Te pareces un poco a él.
un abrazo

Ángel de Olavide dijo...

Mi mas sentido pésame para ti Carlos y para toda tu familia.
Larga es la tradición española de los servidores públicos comprometidos con su función de manera profesional, honesta y entregada. Es con estas personas con las que se ha construido el estado y con las que se ha hecho grande, cuando le han dejado, nuestro país. Hoy tenemos tendencia a disminuir el peso de los funcionarios. Unos porque piensan que no son necesarios, otros porque les ven como testigos inoportunos de la política. Pues no estamos muy sobrados de ellos sin embargo. Necesitamos ingenieros, maestros, profesores y tantos y tantos tipos de personas al servicio de los ciudadanos. El dia que entre unos y otros se carguen la función pública apañados estaremos.
Un abrazo desde Ribadeo. Hoy pasearé por uno de los paseos marítimos mas hermosos de Galicia que seguro que tu tio contribuyó a construir. Y desde el faro de Isla Pancha le dedicaré un recuerdo.

Mayrit dijo...

Lamento la pérdida de tu tío, pero ten por seguro que seguirá "caminando" allá donde quiera que esté.

Un fuerte abrazo,
Mayrit

Carlos Osorio. dijo...

Gracias Mercedes, pues sí, ha sido una gran pérdida. Angel, qué bien te expresas. Es verdad, yo siempre he creído que si este país se mantiene en pie es en buena parte gracias a sus funcionarios, a la mayoría de los funcionarios, (independientemente de que en ciertos casos sobren o falten y de que alguno, que los hay, está claro, no sea tan ejemplar) y a su vocación se servicio al pueblo.
Gracias, Mayrit, bonitas palabras.

Juan dijo...

La verdad es que los tíos cercanos son como nuestros segundos padres. Sé que es quedarse sin esos tí@s allegados. Te quedas huérfano en tus paseos madrileñistas que seguro que él influyó en esta tu afición. También era un hombre progresista que contribuyó a mejorar el maltrecho medioambiente español.
Ánimo, que seguro que está viendo estas entradas de tu blog en el cielo.

Doña Umé dijo...

Hoy, quiero que mi habitual abrazo sea aún mas intenso, y que lo sientas así.
Todos lo lamentamos. Se nota que le querías.
Dice bien Mercedes que te pareces a él.

Un abrazo fuerte.

Carlos Osorio. dijo...

Gracias, Juan, y Gracias, Umé.