El juego de la diferencia

Dos balcones aparentemente idénticos. La diferencia está en que el de la izquierda, "restaurado" en 2009 consta de simples varas de hierro totalmente lisas, y el de la derecha, del siglo XIX, tiene un delicado trabajo de forja. Hasta hace unos años existieron en Madrid artesanos que trabajaban el hierro y lo sabían modelar para crear trabajos artísticos. La desvalorización de los oficios artesanos y el culto a los modelos prefabricados y estandarizados ha acabado con un oficio ancestral que llenó de belleza nuestra ciudad.
Foto: C. Osorio.

Comentarios

karlinski ha dicho que…
También hay los balconcitos de hierro hechos a molde. Para mi gusto son aún peores que los barrotes lisos y llanos, que por lo menos "son verdad". Por acá estoy harto de ver "forja prefabricada" delante de "placas de granito imitando ..." en los edificios de los últimos diez años más o menos. Arquitectura de plexiglás, com se decía antiguamente.
Carlos Osorio. ha dicho que…
Muy oportuna tu observación. Desde luego son preferibles los palotes de hierro a los balcones de forja prefabricada hecha en moldes que tanto abundan en Galicia.

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