Al pasar por la calle de San Bernardo me fijé en un grupo de chimeneas: a la derecha, las encantadoras chimeneas madrileñas de cerámica, del siglo XIX. A la izquierda, las que se hacen ahora, en el siglo XXI.
Bonita foto. Y así tantas cosas. Hoy he pasado por la calle de Concepción Jerónima, ¡una calle con tanta historia y edificios antiguos!. Allí había una antigua churrería, que ya no lo era, era una tienda de algo moderno, no se qué, pero conservaba su fachada y letrero tan curioso. Me gustaba. Pues ya no está. La fachada ahora es de un color naranja horrible, no se qué venden, y el de al lado, para acompañar, azul con pintitas.
Esas chimeneas-botijo me impresionaron enormemente en mis primeras visitas a Madrid, al principio creía que eran obras de arte surrealista, pues jamás había relacionado las chimeneas con los botijos. Esto me sucedía como extrajero, claro. Y es que en Compostela las chimeneas tienden a ser más grandes y sólidas que las casas. Y en Rúa do Medio, paralela a Rúa de San Pedro, por donde entra el Camino Francés, lo son. Y jamás, nunca, ni en Galicia ni en Capadocia, había visto cosa semejante. Esas chimeneas-botijo deben ser declaradas Patrimonio Cultural de La Humanidad por la UNESCO.
Carlos Osorio García de Oteyza, nacido en Madrid en 1958, es escritor, pintor, y guía de rutas especializadas en nuestra ciudad. Ha sido guionista de radio en Radiocadena Española y Radio Nacional. Ha realizado estudios de Historia del Arte. Es autor de los libros «Iglesias de Madrid», «Ángeles de Madrid», «Su majestad escoja, anécdotas divertidas de Madrid», «El Madrid Olvidado», «Tiendas de Madrid», «Tabernas y tapas en Madrid», «Lavapiés y el Rastro», y «Malasaña», todos para Ediciones La Librería. También redacta la web y el Facebook de «Caminando por Madrid».
Correo: osorio1958@gmail.com.
2 comentarios:
Bonita foto.
Y así tantas cosas. Hoy he pasado por la calle de Concepción Jerónima, ¡una calle con tanta historia y edificios antiguos!. Allí había una antigua churrería, que ya no lo era, era una tienda de algo moderno, no se qué, pero conservaba su fachada y letrero tan curioso. Me gustaba. Pues ya no está. La fachada ahora es de un color naranja horrible, no se qué venden, y el de al lado, para acompañar, azul con pintitas.
Esas chimeneas-botijo me impresionaron enormemente en mis primeras visitas a Madrid, al principio creía que eran obras de arte surrealista, pues jamás había relacionado las chimeneas con los botijos.
Esto me sucedía como extrajero, claro. Y es que en Compostela las chimeneas tienden a ser más grandes y sólidas que las casas. Y en Rúa do Medio, paralela a Rúa de San Pedro, por donde entra el Camino Francés, lo son. Y jamás, nunca, ni en Galicia ni en Capadocia, había visto cosa semejante.
Esas chimeneas-botijo deben ser declaradas Patrimonio Cultural de La Humanidad por la UNESCO.
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