lunes, 28 de julio de 2014

"Madrid" de Miguel Hernández

MADRID




De entre las piedras, la encina y el haya,

de entre un follaje de hueso ligero
surte un acero que no se desmaya:
surte un acero.
Una ciudad dedicada a la brisa,
ante las malas pasiones despiertas
abre sus puertas como una sonrisa:
cierra sus puertas.
Un ansia verde y un odio dorado
arde en el seno de aquellas paredes.
Contra la sombra, la luz ha cerrado
todas sus redes.
Esta ciudad no se aplaca con fuego,
este laurel con rencor no se tala.
Este rosal sin ventura, este espliego
júbilo exhala.
Puerta cerrada, taberna encendida:
nadie encarcela sus libres licores.
Atravesada del hambre y la vida,
sigue en sus flores.
Niños igual que agujeros resecos,
hacen vibrar un calor de ira pura
junto a mujeres que son filos y ecos
hacia una hondura.
Lóbregos hombres, radiantes barrancos
con la amenaza de ser más profundos.
Entre sus dientes serenos y blancos
luchan dos mundos.
Una sonrisa que va esperanzada
desde el principio del alma a la boca,
pinta de rojo feliz tu fachada,
gran ciudad loca.
Esa sonrisa jamás anochece:
y es matutina con tanto heroísmo,
que en las tinieblas azulmente crece
como un abismo.
No han de saltarle lo triste y lo blando:
de labio a labio imponente y seguro
salta una loca guitarra clamando
por su futuro.
Desfallecer... Pero el toro es bastante.
Su corazón, sufrimiento, no agotas.
Y retrocede la luna menguante
de las derrotas.
Sólo te nutre tu vívida esencia.
Duermes al borde del hoyo y la espada.
Eres mi casa, Madrid: mi existencia,
¡qué atravesada!

Miguel Hernández

(Para mi gusto uno de los más bellos poemas que se le han dedicado a Madrid)



7 comentarios:

karlinski dijo...

Va a ser dificil que haya muchos poemas mejor que ese a Madrid o a cualquier sitio.
Haberlos "habralos", pero no muchos.
No lo conocía. Qué bueno!

Carmen Ausín Turnes dijo...

Le invito a leer estos dos poemas de RAÚL GONZÁLEZ TUÑÓN del LIBRO LA MUERTE EN MADRID.1939

Madrid

A Nancy Cunard y Pablo Neruda

Lágrima abierta, corazón adentro,
estoy al fin bajo tus arcos mártires.
¡Descúbreme otra vez!Yo soy América.

Fundadora del 5º Regimiento,
loba de las milicias iniciales,
inventora del 7 de Noviembre,

sangre dadora universal tu sangre.
Vengo directamente de tu tierra,
estrictamente de tu sangre.

Creadora de Líster,de Modesto,
de Durán, de Galán, del Campesino,
qué calientes arroyos te socavan
de ceniza y de sangre.

Capital del coraje, capitana,
sin secretos, desnuda, sin orgullo,
te apareces ahora con un viento
de pólvora final y nuevo mundo.

¡Cómo estás desgarrada y delirante!
Catedrales sonoras y violentas
levantas de tus ruinas,
novia del aire.

Superando un dolor de niños muertos
estás recién parida, sonriente,
en las colas del hambre y los aviones,
novia de la muerte.

Yo no conozco nada, ni la música,
que me consuma como tu ardimiento,
que me remueve como tu martirio,
novia del fuego

De todas partes hacia ti venimos
con fusiles o versos a tus muros.
Flamante capital de todas partes,
¡novia del mundo!
Madrid, abril de 1937

y este otro......

Madrid (2)

Cómo ha crecido el árbol de ceniza
que en un costado le brotó Noviembre!

Vieja ciudad que muere porque vive,
nueva ciudad que vive porque muere,
ciudad que por la muerte de la vida
inaugura la vida de la muerte.

¡Cómo ha crecido la paloma oscura
que en un costado le brotó Noviembre!

Antigua en los intactos caserones,
flamante en los escombros y las ruinas,
ciudad que por la sangre derramada
mil toros de coraje resucita.

Ciudad de todo lo que recién nace,
ciudad de todo lo que recién muere,
ciudad de todo lo que muere-vive,
ciudad de todo lo que vive-muere.

¡Desmesurada flor la flor de sangre
que en un costado le brotó Noviembre!

Carlos Osorio. dijo...

Gracias por los poemas, carmen, están muy bien.

Don Bernardino dijo...

No me parece un gran poema, sinceramente, parece como hecho por compromiso, no está a la altura del mejor Miguel Hernández.
Durante algún tiempo, a raíz de la publicación de su famoso "El rayo que no cesa", muy a pesar del régimen, y de la musicación de algunos de sus poemas por parte de Serrat y grupos folk de la época, tuve considerado a Miguel Hernández como un poeta del pueblo, voluntarioso y cercano, pero elemental. Después, mientras estudié la carrera y gracias al catedrático Ricardo Senabre, descubrí que era mucho más que eso, que no era el patán metido a rimador que se nos había querido presentar, sino un auténtico creador de profundos conocimientos que hundían sus raíces en la más culta tradición literaria española.

Anónimo dijo...

yo creo que a M Hernández se le ha estudiado muy mal, poeta con una generación olvidada y casi despreciado por el 27 ( Lorca / Alberti ) quizá no tan elegante como Cernuda pero con una hondura mayor, lo mismo le pasó a su compañero de generación Dionisio Ridruejo. El 27 acaparó las atenciones que injustamente se le negaron a M Hernández, que para más Inri, cuando se le ha destacado ha sido más para golpear a la dictadura por su triste muerte que por su calidad literaria

Magnífico blog

Anónimo dijo...

No podemos olvidar tampoco el breve fogonazo para Madrid de Antonio Machado:
¡Madrid, Madrid! ¡Qué bien tu nombre suena,
rompeolas de todas las Españas!
La tierra se desgarra, el cielo truena,
tú sonríes con plomo en las entrañas.

Antonio García Vargas dijo...

Son magníficos esos de Turón y Machado que mostráis pero están a años luz del conocimiento métrico que muestra Hernández en su poema a Madrid.

Así como estos dos poemas están confeccionados con la métrica al uso, el de Miguel nos muestra un conocimiento que va más allá del día a día y eso solo se consigue mediante un cierto conocimiento de los metros griegos.

De no ser así no hubiese podido construir su poema "MADRID" en una perfecta Gaita gallega que va más allá de la simple gaita pues está confeccionado mediante Cuartetos de pie 'quebrado', con tres endecasílabos dactílicos con coreo final + un pentasílabo dáctilo-trocaico.

Y eso, que es todo un logro dado el bajo nivel métrico (conocimiento de los pies métricos clásicos) en España, está a un nivel muy superior (técnicamente hablando) al de los otros dos poemas.

Yo no conocía este magnífico y bien estructurado poema. Tendré que revisar algunos más de su autoría a ver qué me encuentro. ¡Menuda sorpresa me ha dado, al leerlo hoy, el buen Miguel!

Un saludo.
Antonio García Vargas