De la falsa miel del lejano oriente a la auténtica miel española
"Mielero de la Alcarria" Foto: Alfonso.
Hasta fechas muy recientes, los mieleros o meleros de la Alcarria y de nuestras sierras madrileñas venían a Madrid con sus cántaros y botes de miel e iban casa por casa vendiendo el preciado néctar.
Hoy día hemos perdido el gusto por la buena miel y solemos comprar en el supermercado esas mieles industriales que, pese a los bonitos dibujos de idílicas granjas que hay en sus etiquetas, son mieles de baja calidad, procedentes de lejanos países donde, a veces, se alimenta a las abejas con azúcar.
No vamos a negar que esa miel del supermercado suele ser más barata, pero conviene saber que la miel española tiene toda una serie de propiedades, porque en nuestro país abundan las plantas medicinales (romero, tomillo, espliego...) y esas propiedades beneficiosas pasan a la miel.
Nada que ver con la miel recolectada en los grandes arrozales del oriente, sin propiedades salutíferas apreciables, y donde a veces se alimenta a las abejas con azúcar industrial.
Mientras la miel española ha desaparecido de los mostradores de los supermercados, nuestros campos se van quedando sin apicultores.
Tal vez deberíamos reconsiderar nuestros hábitos. Así gozaríamos de mejor salud y no participaríamos en un comercio injusto, el de la miel barata de los supermercados, donde los intermediarios ganan mucho y los apicultores de los remotos países de origen reciben salarios de miseria...
Bueno, ¿qué más quieres que te diga? ¡Que tu vida sea dulce y sana, como la miel!
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