El placer de leer
Aquí tenemos a don Pío Baroja extasiado con un buen libro, y lo más asombroso de esta imagen es la provisión de libros que el buen señor tiene todavía por leer, o quizás son los que ya se ha leído. En todo caso, lo mejor del invierno es poder sentarse confortablemente a leer un buen libro. Ni la tele ni Internet producen tanto placer.
Comentarios
A mí se me cayeron los palos del sombrajo conociendo cómo transcurrieron los últimos años de Pío Baroja, humillado más allá de lo necesario frente al franquismo. Lo siento, serán prejuicios, pero no soy capaz de marcar una línea divisoria tajante entre el talento de un artista y su trayectoria vital.
Saludos Acacia, la lluvia atrae la lectura.